La doctora María Amparo Casar, consideró que las nuevas irregularidades detectadas en el Pasó Exprés de Cuernavaca, nos llevan de nuevo al ciclo de la corrupción.
En el caso de dicha obra, desde la prevención, no hubo prevención. Todas esas cosas que ocurrieron desde el inicio del Pasó Exprés, podían haber sido evitadas, ninguna de ellas es por efecto de un desastre natural, no, podían haber sido evitadas.
Desde ahí, hasta la sanción, que son la prevención, la denuncia, la investigación, la sanción y la reparación del daño, de todas esas lo único que ha habido es reparación del daño; finalmente se arregló la familia de los deudos de las víctimas del socavón, ya ahí puedes decir que hubo reparación del daño. Si hubo reparación del daño es porque hubo un delito antes, si no, ¿por qué te van a reparar el daño?
Entonces, bueno, nos van a hacer esperar 45 días, y después, pues en promedio como llevan tres años de investigación de los delitos, podemos esperar unos tres añitos para saber quién es responsable en este socavón. Una vergüenza más para este país.
3 comentarios
Pues, con todo respeto, la señorita María Amparo se quedó corta, pues los damnificados por el «Socavón» no fueron solamente las dos personas que desgraciadamente perdieron la vida cuando el Paso Express se vino abajo. Están los vecinos del lugar que han tenido meses y meses de molestias y peligros para llegar y salir de sus casas. Están todos los habitantes del valle de Cuernavaca, perjudicados por el cierre del «Paso Express»… Están las líneas de autobuses cuya ruta ha sido destruida por el socavón, obligándoles a circular por rutas alternas con la consiguiente pérdida de tiempo. Están los pasajeros que utilizan estas líneas de autobuses y que, en consecuencia, pierden su tiempo de igual modo. Y están los prestadores de servicios turísticos de Acapulco, que han visto reducidos los pocos pasajeros que recibían, precisamente a causa del socavón que hace más largo el viaje de la Ciudad de México al Puerto y porque mucha gente tiene temor de que la situación se repita en el camino. No tengo idea de cómo se podrán medir estos daños si es que algún Juez atiende estas reclamaciones. Pero de que ha habido muchos más damnificados que la familia cuyos «daños» ya han sido cubiertos, los hay. La reportera María Amparo Casar habla de la prevención, la denuncia, la investigación, la sanción y la reparación del daño. Prevención, no hubo. Denuncia, ha habido hasta el cansancio, al menos la publicada en diarios y demás medios. Pero parece que éstas no tienen validez en México. Las denuncias deben de hacerse ante el Ministerio Público, o no cuentan. La Investigación, pues como no ha habido denuncia que perseguir, no ha habido investigación. La Sanción, pues mucho menos, y la reparación a una familia, de miles que han sido las damnificadas, no cuenta. Así es México. Ruiz Esparza tranquilo. El Presidente Peña Nieto debió de haberle pedido su renuncia, pero no sucedió. En otros países, los funcionarios renuncian por mucho menos. En México no sucede así. Qué pena…! — Mientras escribía yo esta nota, la palabra Ruiz resultó subrayada en rojo, indicándome el corrector de mi ordenador que estaba mal escrita. Hice clic sobre la palabra y la única alterna, correcta, que apareció fue «ruin». Voy a dejar el escrito como está pues creo que no hubo error alguno de mi parte.
Ruiz Esparza es intocable, el es el medio por el cual Peña Nieto y su círculo cercano se allegan recursos.
Si auditaran todas las obras de la SCT en el sexenio saldrían a la luz todas las corruptelas de este gobierno.
Sobre todo en el tren rápido de Toluca y en el nuevo aeropuerto…
el que contrato y superviso es el responsable, sin mucha ciencia