El Gobierno colombiano y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) han alcanzado un acuerdo para un alto el fuego bilateral de cuatro meses para facilitar el proceso de paz activo entre ambas partes, según han informado medios colombianos.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha confirmado el acuerdo. «Hoy, 4 de septiembre, exactamente 5 años después de que anunciamos el acuerdo marco con las FARC que nos condujo a la paz con esa organización guerrillera, vamos a firmar en Quito, después de intensas negociaciones que terminaron esta madrugada, un acuerdo para declarar un cese al fuego y de hostilidades bilateral con el ELN», ha destacado Santos. El ELN ha confirmado también el acuerdo a través de la cuenta oficial en Twitter de su delegación de paz.
Las delegaciones de paz de ambas partes, reunidas en Quito, han pactado este alto el fuego, que entrará en vigor el 1 de octubre y por un periodo de 102 días tras los cuales «se irá renovando en la medida en que se cumpla y se avance en las negociaciones sobre los demás puntos», ha indicado Santos.
«La prioridad es proteger a los ciudadanos. Por eso durante este período cesarán los secuestros, los ataques a los oleoductos y demás hostilidades contra la población civil», ha subrayado Santos, que menciona así algunos de los condicionantes incluidos en el acuerdo de cese de las hostilidades.
El mensaje de Santos menciona también la inminente visita del Papa Francisco. «Nos llena de alegría recibirlo en un país que tuvo la capacidad de superar los odios y los temores, para terminar el conflicto armado más largo y penoso de nuestra historia (…). La Colombia que recibirá al Santo Padre no solo es nueva y distinta por estas razones», ha destacado.
El acuerdo se logró en la madrugada de este lunes después de duras discusiones entre las partes para definir los detalles del alto el fuego, que será verificado por la Iglesia Católica o algún organismo internacional con el fin de garantizar su implantación y funcionamiento, según medios colombianos.
El ELN renunciará además a toda extorsión, ataques a la población y a la infraestructura, mientras que el Gobierno se garantizará la seguridad de los líderes sociales para evitar más muertes en el país y se mejorarán las condiciones carcelarias de los integrantes de la guerrilla.
Esta es la primera vez en más de 50 años de guerra con esta guerrilla que se logra pactar una medida bilateral para rebajar la intensidad del conflicto.
Fuente: EL Economista.es