El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reemplazó hoy su polémico veto migratorio a seis países de mayoría musulmana, que expiró este domingo, con un decreto que impone restricciones a ocho naciones, entre las que figura Venezuela.
Los países afectados por la nueva medida son Irán, Libia, Siria, Yemen, Somalia, Chad, Corea del Norte y Venezuela, precisó Trump en su notificación oficial, que entrará en vigor el próximo 18 de octubre.
Las medidas pretenden «mejorar las capacidades y procesos de vigilancia para detectar el intento de entrada a Estados Unidos de terroristas u otras amenazas a la seguridad pública».
El veto de Trump, emitido en marzo, entró en vigor parcialmente a finales de junio e impedía durante 120 días el ingreso a Estados Unidos de refugiados y, durante 90 días, el de ciudadanos de seis países de mayoría musulmana (Irán, Somalia, Sudán, Siria, Yemen y Libia).
El Tribunal Supremo de Estados Unidos permitió su entrada en vigor y dio discrecionalidad al Ejecutivo para definir sus propias normas de aplicación, aunque en una audiencia programada para el 10 de octubre estudiará su legalidad a fondo.
Las nuevas restricciones se basan en una revisión mundial en función de la información que las naciones afectadas comparten con Estados Unidos, y no en criterios de religión o raza, indicaron altos cargos del Gobierno en una rueda de prensa telefónica.
«Las restricciones son vitales para la seguridad nacional», subrayó un alto funcionario.
Por tanto, se suman a la lista que regía hasta ahora Chad, Corea del Norte y Venezuela y sale de ella Sudán por su «mejor nivel de cooperación» con las autoridades estadounidenses, explicaron los citados representantes gubernamentales en la rueda de prensa.
Venezuela está incluida porque «su Gobierno no coopera en verificar si sus ciudadanos representan amenazas para la seguridad nacional o la seguridad pública», según la orden emitida por Trump.
«El Gobierno de Venezuela -explica- falla al compartir adecuadamente información relacionada con seguridad pública y terrorismo».
Además, el Ejecutivo venezolano tampoco coopera «completamente» en la recepción de «sus nacionales sujetos a órdenes finales de expulsión de Estados Unidos», según el texto de Trump.
Por tanto, las restricciones se centran en «funcionarios del Gobierno de Venezuela que son responsables de las deficiencias identificadas», añade.
El presidente estadounidense proclamó una primera versión del veto migratorio el 27 de enero, pero tuvo que firmar otra orden ejecutiva en marzo para sustituirlo y restringirlo ante los continuos reveses judiciales.
El segundo decreto, a diferencia del anterior, dejaba fuera a los ciudadanos de Irak y modificaba la provisión sobre los refugiados sirios al prohibir su entrada al país durante 120 días y no de manera indefinida, como establecía el veto original.
Fuente: Crónica
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