El fin de semana, cuando aún faltaba por ser liberado el cuerpo de Reyna Dávila, la empleada de limpieza del colegio Enrique Rébsamen, la propietaria y directora del plantel, Mónica García Villegas, llegó acompañada de algunas personas para sacar objetos de valor de entre los escombros, así como materiales escolares.
Quienes la vieron con un collarín y un casco azul, aseguran que estaba apurada por meter en carritos de supermercado, cajas de cartón y plástico, los objetos que fueron recuperados de entre los escombros.
“Se llevó ropa, zapatos, cosas personales, y también libros, cuadernos y cosas que decía que eran de algunos de sus alumnos”, contaron rescatistas que estaban en el lugar donde murieron 19 niños y ocho adultos.
Pero no fue el único día. El martes de la semana pasada, cuando los esfuerzos de voluntarios y elementos de la Secretaría de Marina eran para rescatar a las personas atrapadas y que resultaron lesionadas, ella llegó a buscar objetos personales.
En la Procuraduría capitalina cuentan con un video en el que se observa a la mujer caminando en lo que era el patio, sacando bolsos de mano y otros objetos personales.
Se sabe que buscó a vecinos para que le guardaran dinero en efectivo y algunos objetos que había logrado recuperar.
Ese día negó ser la propietaria del lugar y dijo que ella sólo era hija de la dueña, la cual, ahora saben, falleció hace tiempo y le heredó el colegio.
Fuente: El Gráfico