Las labores de rescate continuarán hasta sacar a dos personas que Protección Civil estima que siguen atrapadas en los escombros del Multifamiliar Tlalpan, según el abogado particular Juan Carlos Ramírez.
Ramírez llegó al lugar con una suspensión del Juzgado Onceavo de Distrito en Materia Administrativa, resultado de un juicio de amparo, que impide la entrada de maquinaria pesada en tanto no se rescate a todas las personas.
Acompañado por personal de la Comisión de Derechos Humanos capitalina, solicitó una audiencia con el encargado de Protección Civil para conocer los peritajes y el plan de uso de la maquinaria.
«Mientras tengamos una presunción de vida, la maquinaria pesada no puede entrar. (…) Esto no es por un capricho, es para salvaguardar la integridad personal y la seguridad de personas que pudiesen estar con vida», explicó.
Tras una audiencia con Paulino Alonso, el encargado de Protección Civil en el sitio, Carlos Ramírez explicó que, al parecer, una persona sigue en el centro del edificio y otra en el costado.
«Nos está garantizando que no se va a introducir ningún tipo de maquinaria pesada, que se van a interrumpir las labores con grúa porque el edificio está muy sensible y que todavía tienen presunción de dos personas», aclaró.
En el rescate solo participarán Ejército y Marina, ante el riesgo de derrumbe tras el sismo de esta mañana.
Los voluntarios permanecerán en el sitio para vigilar que no entre maquinaria pesada hasta que se rescate a las personas.
Ven riesgoso habitar multifamiliar
El ingeniero mecánico Agustín Viveros, inquilino del multifamiliar Tlalpan, aseguró que la unidad habitacional quedó resentida y que sería arriesgado habitarla tras el temblor del martes 19 de septiembre.
En ese multifamiliar se desplomó la torre 1-C, sepultando entre los escombros a un número indeterminado de personas. El conjunto está conformado por diez torres de cinco pisos cada una y en él vivían unas 500 familias y mil 300 personas, aproximadamente.
El ingeniero ocupaba el departamento B de la torre 4. Según cuenta, apenas el mes pasado se celebraron los 60 años de la unidad, inaugurada en julio de 1957.
Impedidos de ocupar sus departamentos, los inquilinos encontraron refugio en los jardines de la unidad. En tiendas de campaña han pasado las noches desde el aciago martes.
Agustín Viveros afirmó en entrevista que la falta de mantenimiento en el sistema de amortiguamiento -por humedad en el sótano- quebró al edificio que se desplomó y al conjunto de la unidad
«Ya es riesgoso vivir aquí», diagnosticó. «Hay que derrumbar y levantar de nuevo. Pero yo no me voy hasta que la autoridad no me ofrezca algo digno. ¿Me va a enviar a Ecatepec? ¿A Neza?».
Fuente: Reforma