Con rendimientos de al menos cuatro toneladas por hectárea, el cultivo de frijol soya, aunque iniciado de forma incipiente, representa una opción rentable para productores agrícolas del noreste, lo que, de incrementarse, podría resolver el déficit actual de oleaginosas en México.
Durante una visita al municipio de Anáhuac, al norte de Nuevo León, agroindustriales, productores y funcionarios de la delegación de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) en el estado resaltaron a Notimex las ventajas de producir esta oleaginosa y rotarla con otros cultivos tradicionales.
Francisco Belden Fernández, director de Abastecimiento de Ragasa, empresa regiomontana dedicada a la molienda de oleaginosas, destacó el proyecto iniciado hace cuatro años y que sería importante su impulso ante el déficit que tiene el país en ese rubro.
“El objetivo es establecer el cultivo del frijol soya en el noreste de México en predios con riego durante el ciclo temprano; estamos hablando de los distritos 25 y 26 de Tamaulipas, Nuevo León, varios municipios como Anáhuac, Los Aldama, Los Ramones, General Bravo y lo estamos moviendo hacia el estado de Coahuila”, indicó.
Dos de los productos principales extraídos de la oleaginosa, tras su industrialización, “uno se conoce como pasta o harina de soya, que se usa en el sector pecuario, para alimentar aves, cerdos o ganado bovino y la otra parte es un aceite que es rico en Omegas 3, 6 y 9”.
“Es un aceite que presenta grandes ventajas para la salud, dicho aceite se puede envasar para consumirse en los diferentes hogares, o bien es un aceite muy solicitado, muy demandado, en diferentes industrias, como es la panificación, mayonesas, aderezo, frituras, etcétera”, explicó.
Entre cultivos de frijol soya en un rancho de Anáhuac, a poco más de 200 kilómetros al norte de Monterrey, refirió que hace unos siete años se encontró la variedad Vernal, que se adaptaba a las condiciones de fotoperiodo de la región, en un campo experimental del Valle de Texas.
“Esta variedad Vernal, que fue la primera que se encontró, ha demostrado muchas bondades, con rendimientos sobresalientes, dentro de las ventajas que presenta esta variedad, es que sus producciones permiten al productor tener mayores utilidades en su siembra”, dijo.
A la vez, “se permite tener una rotación de cultivos que es indispensable, ya que lamentablemente en la región se ha tenido una práctica de monocultivos, sembrando principalmente maíz, sorgo y en algunos casos trigo, es necesario se lleve a cabo una rotación de cultivos para disminuir la incidencia de plagas y llevar a cabo un enriquecimiento de los suelos”, detalló.
“Otra ventaja que tiene el frijol soya es que México es un importador muy importante de productos de oleaginosas, hablamos de más de cuatro millones de toneladas de soya, dos millones de pasta, más 300 mil de aceite, más otras oleaginosas que se importan, como lo viene siendo el caso de la canola”, destacó.
Belden Fernández aseguró que este hecho “ha provocado una serie de fuga de divisas para el país, por lo cual es muy importante que podamos promocionar este cultivo con grandes ventajas para todos los participantes de la cadena productiva, el gobierno gasta menos en apoyos, el agricultor obtiene mayores ingresos y la industria tiene un abasto seguro en una etapa crítica de abasto”.
De frijol soya en Nuevo León se han sembrado poco menos de dos mil hectáreas y en Tamaulipas unas mil 500, “sin embargo, el potencial es muy grande, si consideramos las zonas susceptibles para la siembra de soya, podemos hablar de que se podrán llegar a siembras superiores a las 100 ó 200 mil hectáreas”, manifestó.
En este orden, expuso que uno de los retos importantes es el convencer a productores de las ventajas del cultivo, ante la tendencia a “continuar haciendo lo que siempre se ha hecho”.
Dentro de este proyecto, dijo, la empresa agroindustrial brinda asistencia técnica a los productores, “para que conozcan mejor el cultivo y que la curva de aprendizaje sea lo más suave posible, asimismo, nosotros financiamos el uso de semilla e insumos para la siembra”, aunado a la promoción del cultivo y el apoyo a investigaciones en la materia.
El director de Abastecimiento de Ragasa indicó que actualmente participan entre 40 y 50 productores en México, los cuales están en el programa piloto para la siembra de frijol soya.
En tanto, el delegado de Sagarpa en Nuevo León, Fermín Montes Cavazos, expuso que ante el déficit en granos como arroz, trigos blandos o maíz, “vemos en la soya una alternativa excelente, primero, porque es un cultivo que mantiene buen precio, es un cultivo en el que somos deficitarios en el país, porque hay una demanda muy importante”.
Además, “esa demanda la tenemos localmente, una de las grandes empresas está aquí en Nuevo León y demanda prácticamente toda la soya que pudiéramos producir, habría quien la comprara, sin ningún problema”, aunado a que el cultivo mejora la calidad de los suelos, refirió.
En Nuevo León hay alrededor de 50 productores agrícolas interesados en el cultivo del frijol soya y aprendiendo las técnicas para la siembra correcta, con rendimientos de al menos cuatro toneladas y ganancias superiores a los del sorgo y maíz, añadió.
“Nosotros pensamos que tiene un gran potencial de desarrollo, yo creo que debe de seguirse incrementando, la superficie y el rendimiento”, resaltó Montes Cavazos.
A su vez, el consultor del programa de siembra de frijol soya en Ragasa, Ponciano Pérez García, señaló que impulsan el cultivo también por la necesidad de hacer una rotación de cultivos.
“En todo el mundo, en todas las regiones, normalmente una rotación ideal es una leguminosa y una gramínea, las gramíneas puede ser el trigo, maíz o sorgo, la leguminosa, una de las que más se ha probado, tener éxito aquí en la zona, con un rendimiento de cuatro toneladas por hectárea, es la soya, tan indispensable para toda la zona noreste”, destacó.
“El potencial de rendimiento está demostrado, ahora es cuestión de que cada agricultor sepa manejar su suelo, para poder alcanzar los rendimientos que se están alcanzando este día en este lugar”, toda vez que la soya es un cultivo muy favorable, consideró.
Para Abel Guajardo Garza, productor de frijol soya en Anáhuac, Nuevo León, el cultivo iniciado hace cuatro años ha elevado sus rendimientos de forma paulatina y pese a la falta de lluvias, este año se cosecharon poco más de cuatro toneladas por hectárea.
Aunque no en todos los casos se han dado estos resultados, se ha demostrado que de darse condiciones ideales y cultivar con las técnicas adecuadas, se puede seguir en la siembra de la leguminosa. (PLÁCIDO MELÉNDEZ RODRÍGUEZ, CORRESPONSAL. NOTIMEX)