El presidente Donald Trump ha decidido sacar a Steve Bannon, su polémico estratega jefe, según The New York Times. Esta decisión llega luego de las presiones ejercidas sobre el presidente para que sacara al exeditor de Breitbart de la Casa Blanca por su supuesta cercanía con ideas racistas.
Este movimiento llega días después de que Bannon ofreciera unas declaraciones que, según el mismo dijo creía que eran off the record, en las que criticaba a colegas de la presidencia y mostraba diferencias con el presidente Trump, sobre todo en sus posiciones beligerantes respecto a Corea del Norte.
Según la cadena CNN, que cita fuentes en la Casa Blanca, Trump estaba «furioso» con esa entrevista.
La salida de Bannon de la Casa Blanca era cuestión de tiempo. Fuentes citadas por el diario neoyorquino, dicen que el presidente y altos funcionarios del gobierno estaban debatiendo cuándo y cómo despedir a Bannon.
Algunas fuentes indican que Bannon habría presentado su renuncia el 7 de agosto pasado, pero que el anuncio de su salida había sido pospuesto por los incidentes violentos del sábado en Chalottesville en los que supremacistas blancos y manifestantes contra el racismo se enfrentaron y una mujer resultó muerta.
Desde que empezó el gobierno de Trump, fuentes de la Casa Blanca habían dicho a periodistas que Bannon tenía frecuentes choques con otros miembros del equipo, sobre todo con la hija del presidente Ivanka Trump y su esposo Jared Jushner, quienes eran identificados como del bando de “globalistas” enfrentados a los “nacionalistas”.
Casa Blanca caótica
Bannon parece haber sufrido la misma suerte de Anthony Scaramucci, quien brevemente ejerció como jefe de comunicaciones de la Presidencia y fue despedido el 31 de julio pasado luego de que diera una entrevista en la que cuestionó a asesores de la presidencia, incluyendo a Bannon, usando un lenguaje grosero.
Los acomodos dentro del equipo de asesores presidenciales se han acelerado despúes de que el general John Kelly asumiera el cargo de jefe de gabinete de Trump, en sustitución de Reince Priebus, quien dejó el puesto durante los vertiginosos diez días en los que Scaramucci pasó en la Casa Blanca.
Una de las primeras decisiones de Kelly fue sacar a Scaramucci del equipo, en parte porque le molestó el tono de la entrevista que dio a The New Yorker y en parte porque consideraba que era un elemento díscolo que complicaría el manejo de una Casa Blanca que desde el principio ha sido percibida como caótica.
Fuente: Univisión