Se suicidó el testigo protegido más caro para la Procuraduría General de la República (PGR), José Salvador Puga Quintanilla alias El Pitufo, que costó más de 10 millones de pesos en tratamientos médicos con especialistas, cirugías plásticas y una operacion By-Pass gástrica, además de que contó con vehículo blindado y escoltas por colaborar con el sexenio anterior para aportar datos importantes de capos y organizaciones delictivas.
Se le relacionó en al menos 400 casos relevantes, acusó a militares de alto rango, funcionarios y policías de los tres niveles de gobierno; después desapareció y lo recapturan lo extraditan a un penal de alta seguridad en los Estados Unidos para seguir colaborando con el Gobierno Norteamericano y de nuestro país aportando datos de ex funcionarios y narcotraficantes o escondites para abatir grupos delictivos.
Fuentes federales señalan que el informante de la PGR bajo la clave de ‘‘Pitufo’’, de manera inexplicable se supo que se suicidó en una prisión de Texas en febrero de este año y que esta muerte había estado en secreto para evitar un conflicto entre ambos gobiernos al quedar inconclusas investigaciones importantes o en el peor de los casos impunes.
«José Salvador Puga Quintanilla se presume estaba bajo vigilancia las 24 horas del día sin embargo este fin de semana se filtró que tiene casi medio año de fallecido sin que la PGR lo revelara y con ello explicar que casos quedaran sin resolver recordando que en su momento este sujeto llevó a la cárcel a militares de alto rango, funcionarios locales y federales» expresaron las fuentes.
De acuerdo con registros estatales citados por el diario San Antonio Express News, el personal penitenciario encontró a Puga con una cuerda alrededor del cuello.
‘‘En febrero, el personal de la Unidad Garza West del Departamento de Justicia Penal de Texas en Beeville, encontró a Puga con una cuerda alrededor del cuello, según un informe de la prisión. Una investigación determinó que Puga, de 35 años, se había suicidado’’.
El año pasado, Puga fue sentenciado a 35 años de prisión por dos cargos de agresión sexual contra un menor.
Sus víctimas tenían 13 años y 14 años de edad, según la Oficina del Fiscal del Condado Cameron.
Puga no era un ciudadano de los Estados Unidos y la Oficina del Fiscal del Condado Cameron dijo que no sabía qué estatus legal tenía.
«El Pitufo» fue reclutado como testigo protegido el 29 de octubre del 2008 por la entonces Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), bajo las órdenes de Marisela Morales, y sus declaraciones fueron usadas para realizar acusaciones contra funcionarios por nexos con el narcotráfico.
Entre los casos en los que estuvo relacionado Puga Quintanilla están las acusaciones a el general Tomás Ángeles Dauahare; el ex comisionado de la Policía Federal Javier Herrera Valles; el ex alcalde de Cancún; Greg Sánchez, así como en el denominado michoacanazo, entre otros.
José Salvador pasó de testigo protegido en la administración panista pasada a prófugo de la justicia con el actual gobierno priista, pues el 30 de agosto de 2013, la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra la Salud de la SEIDO consignó un expediente penal en su contra.
En abril de 2013, los fiscales informaron que Puga sería presentado como testigo en el juicio de lavado de dinero contra José Treviño Morales, el hermano del líder del cártel de los Zetas, Miguel Treviño Morales, y el empresario veracruzano, Francisco Colorado Cessa, ambos condenados a 20 años de prisión.
Fuente: Enfoque Noticias