El torero Dámaso González, quien tuvo gran presencia en tierras mexicanas, murió este sábado a los 68 años, víctima de una fulminante enfermedad.

Nacido en Albacete, el 11 de septiembre de 1948, el matador de toros falleció tan solo un mes después de que le diagnosticaran la enfermedad.

Procedente de una familia de ganaderos, fue un virtuoso del temple, una capacidad que dominó más que nadie y lo que le hizo erigirse en una de las grandes figuras del toreo de los 70 y 80 junto a Manzanares, Paquirri y El Niño de la Capea.

Aunque no se ha dado a conocer dónde será velado, es posible que sea en Albacete, donde era muy querido y considerado uno de los hijos predilectos de la ciudad.

Se vistió de luces por primera vez el 27 de agosto de 1966 en un festejo menor de Albacete y cuatro años después, en 1970 participó en 45 corridas en España y número similar en América Latina.

El 20 de diciembre de ese año, confirmó la alternativa en la Monumental Plaza de Toros México.

Con una carrera interrumpida en 1988 y retomada tres años después, participó en una última corrida en la Feria de Valencia de 2003, a los 55 años.

Durante sus últimos años, trabajó en su propia ganadería que lleva el nombre de su hija Sonia.

Fuente: Excélsior