El gobierno de Venezuela confirmó un saldo de dos personas muertas durante el ataque militar durante el alzamiento militar en contra de la gestión del presidente Nicolás Maduro.
Además confirmaron un total de siete detenidos por el ingreso de los supuestos militares en el Fuerte Paramacay.
Una semana después de la elección por al Asamblea Constituyente se reportó un intento de ataque en la región de Carabobo, agresión que fue controlado por el Ejército venezolano, de acuerdo con información difundida con el ahora diputado constituyente Diosdado Cabello.
En tanto, Maduro Moros indicó en un evento sobre vacunación «tenemos que vacunarnos del odio, de la violencia» al señalar que en beneficio de la paz debe haber respeto a la diversidad.
«Mientras los terroristas nos atacan, nosotros estamos vacunando un pueblo» resaltó en vivo el mandatario y lamentó que el apoyo de gobiernos extranjeros a la oposición sólo genera más violencia en Venezuela.
Asimismo, reprochó al gobierno de Brasil por apoyar a la oposición y recordó que el mandatario brasileño Michel Temer no cuenta con apoyo de su país sin hacer referencia al apoyo con que cuenta él mismo en su país, especialmente por la represión y el plan para reformar la Carta Magna.
El mayor general describió lo ocurrido como un ataque «terrorista, paramilitar, mercenario pagado por la derecha y sus colaboradores, pagado por el imperio norteamericano, y ahí están detenidos, y fue dado de baja uno de ellos (muerto), y otro que fue gravemente herido».
«Un grupo de paramilitares que aprovechando las condiciones del momento nos asaltaron, pero inmediatamente fueron repelidos, fueron derrotados y estamos aquí festejando el triunfo de la patria», dijo el jefe militar en una declaración pública acompañado de un batallón de oficiales.
El ataque se produjo la mañana de este domingo y fue dado a conocer a través de un video en el que un grupo de unos 20 hombres vestidos de militares portando armas largas acompañan a un portavoz que se identifica como «capitán Juan Caguaripano» y «comandante de la operación David Carabobo».
Una fuente militar indicó que al menos siete de los 20 insurrectos habían sido detenidos y que ellos tres son oficiales de tropa, de bajo rango: un sargento de la reserva de paracaidistas, un teniente que desertó hace tres meses de la FANB, un miembro de la Milicia (civiles armados), y cinco son civiles.
«Pero nos encontraron como un solo puño, un solo roble, unidos por la patriak 7, nos encontraron así, y la canalla nuevamente fue derrotada, recuerden que la patria quieren estar en paz, recuerden que al FANB es la patria también», dijo el comandante del Ejército desde una sede militar.
Suárez Chourio sostiene que lo ocurrido allí no fue un alzamiento militar, sino «un ataque terrorista», y que la única «insurgencia de la patria» ocurrió hace 25 años y medio, cuando el fallecido presidente Hugo Chávez saltó a la palestra dirigiendo un fallido golpe de Estado que dejo más de 30 muertos, y al líder preso.
En Venezuela se registra desde el 1 de abril una serie de manifestaciones a favor y en contra del gobierno, que ya dejan más de 120 muertos, situación que se ha agudizado desde la elección de la Asamblea Constituyente, en la que la oposición no participó por considerar el proceso fraudulento.
Horas antes, el jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (CEO-FANB), el almirante en jefe Remigio Ceballos, aseguró que, de la veintena de uniformados, siete estaban detenidos y que se estaban «aportando datos».
El grupo liderado por un oficial que se identificó en un video como capitán Juan Caguaripano, inactivo desde 2014, llegó a tomar la base militar más importante del grupo de blindados del Ejército venezolano antes de ser reducido por las fuerzas leales a Nicolás Maduro.
Más tarde el dirigente chavista Diosdado Cabello dijo que ya fue tomado el control del fuerte y que todo se encuentra en «absoluta normalidad».
Fuente: Milenio