A cuatro días de que Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz, inició una huelga de hambre en el reclusorio Norte, ya perdió al menos cuatro kilos, informaron autoridades del gobierno de la Ciudad de México.
«Pesa ahora 114 kilos. Pesaba unos 118. Se ha mantenido con limón, agua y miel», dijeron.
Señalaron que la huelga le ha ayudado a perder peso, pero «a la larga, muy a la larga, puede dañar el hígado».
Afirmaron que el ex priista está estable y que permanece en la misma área que se le asignó desde que llegó a ese penal.
El jueves, alrededor de las 21:30 horas, Duarte inició la huelga como protesta por la persecución política en su contra y en la de sus ex colaboradores, por parte del actual gobierno de Veracruz, encabezado por Miguel Ángel Yunes.
«Esta decisión la tomo con la finalidad de que se detenga la persecución política y la cacería de brujas que existe en mi contra y en contra de mis ex colaboradores en el estado de Veracruz», dijo el ex mandatario estatal a través de una carta.
«Mis ex colaboradores, que se encuentran privados de su libertad arbitrariamente en el penal estatal de Pacho Viejo en Coatepec, fueron detenidos con la finalidad de: primero, presionarlos para que declaren en contra mía y segundo para crear una cortina de humo que distraiga a la sociedad del desastre de gobierno que existe actualmente en el estado de Veracruz», afirmó.
Solicitó también la intervención del Consejo de la Judicatura Federal y estatal para frenar a la juez Alma Delia Sosa Jiménez, «quien curiosamente es la que ha librado todas las órdenes de aprehensión y actúa bajo las órdenes del dictador que actualmente se ostenta como gobernador», indicó.
Fuente: Milenio