«Harvey», el huracán más severo que ha llegado a Texas en los últimos 56 años, tocó tierra en Rockport, donde -reporta CBS Austin- ya causó daños materiales en algunos puntos.

El fenómeno alcanzó vientos sostenidos de 209 kilómetros por hora y provocó fuertes lluvias que este fin de semana podrían llegar a una precipitación de hasta 91 centímetros.

Ante los pronósticos de un caos inminente, según las autoridades meteorológicas, el Presidente estadounidense, Donald Trump, firmó una declaración de desastre, con el fin de dirigir fondos federales al estado para enfrentar el fenómeno.

Hasta ayer, los efectos del huracán en esta entidad apenas comenzaban a medirse, pero la compañía eléctrica Ercot señaló que 104 mil personas se habían quedado sin electricidad.

«Sabemos que habrá millones de personas que sufrirán los efectos de esta tormenta», dijo Dennis Feltgen, portavoz y meteorólogo del Centro Nacional de Huracanes.

«Rogamos que la gente le haga caso al personal de emergencia y busque refugio rápidamente».

La última vez que el estado padeció un huracán de categoría 4 fue «Carla», que en 1961 dejó 34 muertos y destruyó miles de viviendas.

Las evacuaciones habían comenzado en la semana, pero en algunos de los centros más grandes, como Houston, las indicaciones eran confusas, pues no había un mandato para abandonar la ciudad.

Mientras el Gobernador, Greg Abbott, llamó a las personas a buscar refugio, el Alcalde, Sylvester Turner, les sugirió que se quedaran en sus casas.

«Por favor piénsenlo dos veces antes de dejar Houston en masa. No se han realizado órdenes de evacuación», informó por Twitter.

Mientras el huracán avanzaba con fuertes lluvias y vientos, la costa de Corpus Christi, un popular centro turístico, lucía desierto a excepción de algunos periodistas y curiosos.

Las refinerías en las áreas de Houston y Beaumont-Port, centros vitales de la industria energética del país, detuvieron sus operaciones en preparación de la tormenta.

Aunque se estima que desde hoy el huracán baje de categoría, las lluvias torrenciales persistirán en el lugar al menos hasta el miércoles.

Expertos lo llamaron el primer huracán mayor en llegar a Estados Unidos en 12 años, desde «Katrina».

Pese a las advertencias de las autoridades, muchos residentes aún se lo tomaron con calma.

«Nunca hemos evacuado», dijo Rita Kehoe Welsh, de 97 años, en un café en Houston. «No lo voy a hacer ahora»

Fuente: Reforma