«Nunca olvides que México mandó tropas y nos ayudó después del huracán Katrina». El tuit está acompañado de una foto de un grupo de miembros de la Marina limpiando escombros de una escuela en Mississippi. El mensaje tiene más de 65,000 retuits y estos días ha servido para recordar un episodio que parece lejano en una actualidad marcada por la retórica antiinmigrante del presidente Donald Trump y por su promesa de construir un muro en la frontera.
Estamos hablando de la participación de miembros del ejército mexicano en las labores de socorro tras el devastador huracán Katrina de 2005, que dejó al menos 1,800 víctimas mortales.
Casi 200 soldados, médicos y enfermeros cruzaron la frontera en septiembre de 2005 a bordo de varias decenas de vehículos adornados con la bandera mexicana. La misión, que duró tres semanas, se vivió como un gesto de gran componente simbólico en México: sus unidades militares no pisaban terreno estadounidense desde la guerra entre ambos países en el siglo XIX.
«En el momento en que su misión terminó, el 25 de septiembre, los mexicanos habían servido 170,000 comidas, habían ayudado a distribuir más de 184,000 toneladas de suministros y habían llevado a cabo más de 500 consultas médicas», escribió sobre la labor de los mexicanos el exdiplomático estadounidense Stephen R. Kelly. En el mismo artículo, Kelly también decía que la escena habría causado «palpitaciones» a Trump.
Mientras Texas es azotado por inundaciones catastróficas y las imágenes de la ciudad de Houston evocan los recuerdos de Nueva Orleans durante el Katrina, Donald Trump ha vuelto a atacar a México. En un mensaje en Twitter, el presidente reiteró este domingo la necesidad de un muro fronterizo y volvió a decir que los mexicanos pagarán por él.
La Secretaría de Exteriores mexicana contestó ofreciendo «toda la ayuda y colaboración» como deben hacerlo «los buenos vecinos». Sin embargo, algunas voces se preguntan ya si Trump sería capaz de aceptar el auxilio de México y permitir que sus soldados volvieran a cruzar una frontera que se ha convertido en uno de los puntos clave de su discurso antiinmigrante.
Una pregunta similar se hacía Kelly ya en su artículo, publicado en el verano de 2015, después de que Trump diera el pistoletazo de salida a su campaña electoral llamando «criminales» y «violadores» a los mexicanos:
«Desastres como el huracán Katrina o el espectáculo de la política presidencial estadounidense, a menudo sacan a la luz el verdadero carácter de los jugadores. Los mexicanos demostraron que eran vecinos con los que podemos contar. Uno sólo puede especular sobre cómo Trump habría manejado la invasión mexicana si hubiera sido presidente. ¿Consideraría a los soldados mexicanos sin visados como inmigrantes ilegales? ¿Enviaría kits de violación a los hospitales de San Antonio? Debemos tratar de responder a esas preguntas pronto. Porque la temporada de huracanes está de nuevo sobre nosotros. Y nunca se sabe cuando se va a necesitar un vecino amigable y una comida caliente».
Fuente: Univisión