De acuerdo con Heraldo de Aguascalientes, la víctima fue un hombre de Tijuana que se encontraba observando el partido de su hijo. Presuntamente, José Eduardo ‘N’, de 39 años, estaba en el gimnasio Hernández Girón cuando recibió una llamada en su celular.
Salió del lugar para responder y en ese momento fue atacado por sujetos armados que le dispararon. Tratando de salvar su vida, José Eduardo, entró corriendo al recinto deportivo para evitar los proyectiles.

ESTABAN EN PLENA TRANSMISIÓN

Para los espectadores que veían el encuentro entre las selecciones de jóvenes, las cosas se salieron de control cuando en un tiempo fuera, pedido por uno de los entrenadores, se empezó a escuchar el sonido de disparos.

La zona donde ocurrió el ataque. Foto: El Heraldo Aguascalientes
Medios locales transmitían cada momento de la competencia, por lo que las cámaras captaron los gritos, la gente corriendo y los balazos.
Inicialmente, el comentarista pensó que podía tratarse de pirotecnia, que se escuchaba a lo lejos. Sin embargo, después de unos momentos, los disparos se oían dentro del gimnasio y era porque los sujetos armados habían perseguido a José Eduardo, a quien le dieron dos balazos en la espalda.

RESGUARDAN A LOS JUGADORES

Inmediatamente, los organizadores y equipo técnico protegieron a los jóvenes, resguardándolos en una oficina hermética, para que no corrieran peligro de ser alcanzados por un proyectil.
Mientras tanto, las pocas personas que quedaban en el lugar a toda prisa tomaron las pertenencias que habían dejado olvidadas por la prisa para esconderse.

AGUJEROS POR TODOS LADOS, EL CRONISTA SIGUIÓ NARRANDO

El partido ya había sido suspendido, por lo que el cronista empezó a hacer un recorrido por la cancha. Junto a otras personas, pudieron confirmar que sí se había tratado de balazos. La mayor evidencia fueron los agujeros que encontraron en una mesa, una reja y en la duela del lugar.

Cuando las autoridades llegaron a la zona, encontraron 11 casquillos percutidos, calibre .32 mm tres de los cuales estaban dentro del gimnasio. Las heridas de José Eduardo no eran de gravedad, aun así fue trasladado a un hospital. Extraoficialmente se sabe que su condición es estable.

Los agresores se transportaban en un automóvil Sentra con placas de Estados Unidos.
A pesar de que la policía estuvo patrullando la zona, no pudieron dar con los responsables y hasta el momento se desconoce el móvil del ataque.