El Presidente Enrique Peña Nieto felicitó a los priistas por eliminar el candado que impedía a externos y con menos de 10 años de militancia participar como candidato presidencial.
Sobre dicha reforma, el Mandatario aseguró más tarde que no tiene dedicatoria.
Frente a algunos de los aspirantes a sucederlo, el Primer Mandatario aseguró que el PRI está listo para la batalla del 2018, en la cual, consideró, el tricolor es el único partido que «puede dar la cara» para pedir el voto ciudadano.
«Es cierto, hoy la política y los partidos son cuestionados. De ahí la importancia de la actualización de nuestros estatutos, que nos abre a la sociedad y nos acerca a los ciudadanos, a quienes nos debemos en todo tiempo.
«También consolida al PRI como mejor plataforma para que militantes y simpatizantes puedan servir a su comunidad, a México. Los cambios que hemos aprobado nos ponen al día, nos fortalecen ante los retos electorales que habremos de asumir», dijo.
Celebró los nuevos mecanismos para frenar actos de corrupción de militantes y reconoció–sin mencionar nombres de ex Gobernadores– que casos de ilegalidad de algunos integrantes del partido dieron pie para que otros denostaran al tricolor.
«Quienes han traicionado la confianza de la gente y nuestro partido deberán enfrentar las consecuencias de sus actos y así está sucediendo.
«Hemos actuado sin contemplaciones ante quienes han violado la ley», afirmó.
Sin embargo, mencionó, la tarea sigue siendo atacar la impunidad.
Apuntó que mientras el PRI asume con valor y visión un mejor futuro para México, hay quienes pretenden regresar al pasado, pues le apuestan al caudillismo y a la división entre los mexicanos.
«Mientras el PRI confirma su capacidad para dar resultados, otros por su falta de experiencia y sus conocidos fracasos de gobierno disimulan su impericia con estridencias e incongruencias.
«Mientras que nuestro partido reafirma su compromiso con las causas de México, otros han optado por abandonar sus ideales y prefieren negociar posiciones antes de defender convicciones», expresó.
Por ello, insistió, el PRI va rumbo al 2018 con entereza y determinación, y abraza el cambio y la apertura.
Ataviado con una chamarra roja, frente a 15 mil priistas reunidos en el Palacio de los Deportes, Peña Nieto añadió que el tricolor no se intimida ante los retos porque es un partido audaz, valiente y resuelto a mantener las convicciones como fortalezas.
En la contienda del próximo año, indicó, los priistas están llamados a defender las instituciones y a consolidar la unidad y estabilidad del País.
Rumbo a la sucesión presidencial, reconoció, el PRI ha asumido costos de la transformación de México.
«Pero esto es, precisamente, lo que nos da autoridad moral para salir nuevamente a reafirmar la confianza ciudadana.
«Nuestros adversarios buscan confundir a la sociedad, pero los mexicanos no se dejan engañar, porque son testigos de que el País gradualmente está avanzando, saben que lo bueno cuenta y cuenta mucho», señaló.
En el 2018, continuó, estarán en juego distintos futuros para México: uno de progreso que ofrece el PRI y otro de franco retroceso.
«Los priistas estamos llamados a proteger, a cuidar, y defender lo que entre todos los mexicanos hemos construido, tenemos que dar la batalla por el futuro de México porque es responsabilidad de todos, y esa responsabilidad, compañeros de partido, inicia por preservar la unidad al interior del PRI.
«Unidad para servir y unidad para ganar», dijo.
Pidió cerrar filas al interior del tricolor en las decisiones rumbo al 2018.
«Vamos a una batalla decisiva para México. Vamos a la batalla con la seguridad de que México gana cuando gana el PRI, México gana cuando gana el PRI.
«Demos todo por México, por México, por México, siempre por México, es es la convicción del PRI», cerró su discurso en medio de aplausos.
El Mandatario también hizo un balance sobre lo que ha hecho su gobierno en diversos rubros.