Carlos Ferreyra
El tema del socavón en la carretera México–Cuernavaca, va más allá de un desastroso trabajo, una mal empleada tecnología a la que se suma el desperdicio de recursos, ahorro en la calidad de los materiales y evasión de estudios para conocer el terreno y las necesidades de la obra.
La empresa beneficiada con esta y muchísimas más obras en todo el territorio nacional, está considerada entre las constructoras que trabajan en el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, allá por los rumbos de Texcoco.
De hecho la constructora no existe, sólo la razón social. La empresa llegó a México con escasos 20 empleados los que se han dedicado a enganchar a empresarios menores del propio país, a los que encargan los negocios que ellos tramitan y consiguen mediante negociados oscuros, que se prolongan en las áreas de transparencia hasta el año de 2027. Antes, no habrá información.
Informa Roberto Fuentes Vivar, que “no es la primera vez que esta constructora española enfrenta problemas similares: en noviembre de 2013, a menos de un mes de inaugurada, la mega carretera Durango-Mazatlán presentaba ya derrumbes, cuarteaduras y daños en más de 30 kilómetros, en la parte construida por Aldesa… Desde hace varios años (concretamente en los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto), las grandes constructoras nacionales se han quejado del trato preferencial que el gobierno otorga a las empresas extranjeras, particularmente a españolas como OHL y Aldesa”.
Datos actuales permiten asegurar que el 60 por ciento de todas las grandes obras han sido entregadas a las constructoras que, habrá que insistir, no cuentan con recursos técnicos ni maquinaria propia, sino que sirven de coyotes para conseguir los contratos
A la poco imaginativa y menos respetuosa declaración de Enrique Peña Nieto de que no adelantará juicios, su orden de tomar medidas inmediatas paró en la destitución del delegado de la SCT en Morelos, un recomendado de Graco el dizque gobernador, José Luis Alarcón Ezeta, exempleado de una escuela de enseñanza de idiomas.
Sigamos con Roberto: la obra, digamos la “línea 12” de Peña Nieto, se inauguró hace tres meses con bombos, platillos, fanfarrias y toda la parafernalia de la que el mandatario pensó que sería su obra magna. La que le dejaría en la historia y sí, allí lo dejará, sin duda.
Durante la construcción hubo 21 muertos y denuncias de los munícipes vecinos por los socavones que se iban abriendo al paso de los 14.5 kilómetros cuyo costo de 2,100 millones de pesos, fue mil cien millones superior al presupuestado.
“De acuerdo con el director de Endesa en México, Agustín Tejedor, nuestro país es cada vez más importante para la empresa (Aldesa). En 2013, el último reporte disponible, el país representaba 38.3 por ciento de los ingresos totales de la empresa a nivel mundial y 46.7 por ciento de ganancias antes de impuestos.
“Esta constructora española, junto con la otra ibérica OHL, han sido consideradas las empresas consentidas por el gobierno de Enrique Peña Nieto. El caso de OHL ha sido llevado a instancias judiciales… Estas anomalías persisten desde que Ruiz Esparza era funcionario estatal.
Aldesa no cumple con las leyes financieras de las empresas globales, al grado de que su más reciente informe financiero es precisamente de 2013.
“Ha ganado concursos para más de 80 obras de infraestructura, construcción subterránea, energía y concesiones carreteras en 23 estados del país. El 27 de noviembre de 2013, de acuerdo con la revista Proceso, el subsecretario de Infraestructura de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Raúl Murrieta Cummings, admitió que sí hay corrupción en la adjudicación de obras, y aceptó el favoritismo que el Gobierno federal le ha dado a la empresa Aldesa.
“El año pasado, en Yucatán, constructoras locales y nacionales bloquearon el acceso a la subestación de Ebtún, porque Aldesa les adeudaba cantidades millonarias a Tribasa, Construcciones Fernández, Multisolución y Tornería de Oriente. En la península de Yucatán, también la constructora española dejó de pagar a varias empresas locales que le suministraron servicios e insumos en la ampliación de la carretera Mérida-Chetumal.
“Aldesa administra la autopista Perote-Veracruz, considerada como el peaje más caro en América Latina. Hace menos de un año, en agosto de 2016. Aldesa se vio involucrada en un presunto fraude en la construcción de la planta de Audi en Puebla, al dejar de pagar a las empresas locales”.
Cinicazos como suelen ser, presumen que el 60 por ciento de sus contratos en México son con el sector oficial ya que “Este esquema brinda mayor estabilidad a la empresa”, informaron en una entrevista para Expansión.
Concluye Roberto: en España Aldesa es investigada por corrupción, evasión de impuestos, soborno para adquirir licitaciones de obras públicas, así como mala calidad y planeación en sus construcciones. Aquí, se deslindaron de los resultados de su mala ingeniería.
Acusado durante su gestión en Comunicaciones y Transportes del Estado de México, tiempos de Peña Nieto gobernador, Ruiz Esparza rechaza las conversaciones grabadas a funcionarios de OHL en las que acusan graves actos de corrupción.
Como es de recordarse, OHL y su jefazo José Andrés de Oteyza, han sido sorprendidos en varias conversaciones, explicando las maniobras para extender sus concesiones a más de 30 años y a la vez aumentar periódicamente costos de peajes.
También se dio información a las dos empresas sobre la licitación de la Autopista La Raza-Indios Verdes-Santa Clara. Se escuchan las voces de Pablo Wallentin, ex director de Relaciones Institucionales de OHL y una persona a la que reclama que Ruiz Esparza pagara su estancia en un lugar que no se especifica.
Wallentin habla con De Oteyza, a quien informa que recibió un disco con la información del proyecto. “Me dio un disco del proyecto de Ciudad del Carmen y me dio el proyecto de Indios Verdes”, dice.
Oportunidad de oro para que todo este excremento burocrático salga a la luz. Y recuperen sus niveles de los constructores nacionales que de cualquier manera son los que trabajan bajo la mirada de los coyotes extranjeros.