El Secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, pidió hoy cooperación a Rusia en los grandes asuntos internacionales para que no sea necesaria la imposición de más sanciones a Moscú.
«Esperamos que haya cooperación entre nuestros dos países en grandes asuntos internacionales y estas sanciones ya no sean necesarias», afirmó hoy Tillerson en un breve comunicado.
Esta nota llega después de que ayer la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, adelantara que el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene intención de firmar un proyecto de ley aprobado por el Congreso que endurece las sanciones contra Rusia, Irán y Corea del Norte.
«Las votaciones casi unánimes para la legislación de sanciones en el Congreso representa la voluntad firme del pueblo estadounidense de ver a Rusia dar pasos para mejorar relaciones con Estados Unidos», señaló Tillerson.
«Trabajaremos de cerca con nuestros amigos y aliados para garantizar que nuestros mensajes a Rusia, Irán y Corea del Norte son entendidos claramente», concluyó.
Ayer la portavoz de la Casa Blanca indicó que Trump ya ha revisado la «versión final» de ese proyecto, lo aprueba y «tiene intención de firmarlo».
El proyecto endurece las sanciones contra Rusia debido a su supuesta interferencia en las elecciones de noviembre en Estados Unidos, sus acciones en Ucrania y en Siria, y sus violaciones de derechos humanos, y limitaría la capacidad de Trump de levantarlas sin el visto bueno del Congreso.
El abrumador apoyo que ha recibido el texto en ambas Cámaras del Congreso significa que el Legislativo podría invalidar un veto del Mandatario si éste decidiera imponerlo, algo que no parece que vaya a hacer, y la ley entraría en vigor igualmente.
La intención de Trump de firmar el proyecto se conoció solo horas después de la orden de Moscú al Gobierno de Estados Unidos para recortar su personal diplomático en Rusia, dada precisamente en respuesta a esas últimas sanciones aprobadas por el Congreso norteamericano.
El Presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió esta semana de que la paciencia de Moscú se estaba acabando ante lo que llamó «histeria antirrusa» y la adopción de medidas contra su país en Estados Unidos «con fines de política nacional, en la lucha entre el presidente Trump y sus oponentes políticos».
fuente: Reforma