El dueño legal de Grupo Tech Bull SA de CV, la empresa intermediaria mexicana que vendió a la PGR el malware espía Pegasus en 32 millones de dólares, vive en un asentamiento irregular ubicado en una barranca.
Al otro lado de esa cañada, en una habitación del pueblo de Santa Lucía, vivía el apoderado legal de la misma empresa y quien firmó el contrato con Tomás Zerón, ex director de la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría General de la República (PGR).
Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), a través de los periodistas Raúl Olmos, Valeria Durán y Daniel Lizárraga, ubicó los domicilios del dueño, así como del operador de Grupo Tech Bull y constató que ambos residían en inmuebles ubicados en colonias populares de la delegación Álvaro Obregón, al poniente de la ciudad de México.
Uno de ellos, Carlos Cayetano Miguel, quien en actas apareció como dueño y administrador único de Tech Bull al momento de realizarse la venta de Pegasus a la PGR, aseguró en entrevista que no supo de esa transacción millonaria y que, además, no recibió ni un peso de ganancia.
MCCI solicitó a la dirección de Comunicación Social de la PGR una entrevista sobre las condiciones en que se contrató a Grupo Tech Bull, pero no hubo respuesta. También se pidieron entrevistas con ex funcionarios de la misma PGR, involucrados en la compra del malware, sin embargo, hasta el cierre de este reportaje no hubo una postura al respecto.
Grupo Tech Bull se constituyó el 10 de octubre de 2013 en la ciudad de México, ante el notario Alfredo Ayala Herrera, con un capital de 50 mil pesos. Y, apenas un año después, el 29 de octubre de 2014, vendió a la PGR el malware espía Pegasus en 32 millones de dólares.
El otro socio de Grupo Tech Bull ha sido Jorge de Jesús Sánchez, un joven de 29 años, técnico en Informática egresado del Conalep, sobre quien no existen antecedentes empresariales de ningún tipo en registros públicos.
El objeto social de Grupo Tech Bull es la compra-venta de todo tipo de instrumentos y servicios de seguridad, incluido equipo táctico y de inteligencia, radares, torres de vigilancia, unidades móviles de videovigilancia y grabación, aviones no tripulados a control remoto (drones), vigilancia en aeronaves, sistemas para detección de armamento y explosivos; traslado y custodia de valores e instalación de blindajes.
El 29 de octubre de 2014, un año después de la creación de Grupo Tech Bull, la PGR firmó un contrato a favor de dicha empresa para el servicio de 500 infecciones de equipos celulares con el malware Pegasus, desarrollado por la empresa israelí NSO Group.
Por la PGR firmó el entonces director de la Agencia de Investigación Criminal, Tomás Zerón, mientras que por Tech Bull lo hizo Luis Armando Pérez Herrero, un ingeniero en sistemas originario de Hidalgo que acababa de incorporarse a la empresa como apoderado general.
El acta en la que Carlos Cayetano Miguel —dueño de Tech Bull— designó a Armando Pérez como el encargado de las cobranzas y su representante ante futuros litigios ingresó al Registro Público de Comercio de la Ciudad de México el 16 de octubre de 2014, sólo 13 días antes de que firmaran el contrato con la PGR.
De acuerdo con una red de correos electrónicos filtrados por la organización Wikileaks, Tech Bull es una filial de Balam Seguridad Privada, la cual fue creada el 15 de mayo de 2012 por Asaf Zanzuri, de origen israelí.
Fuente: El Universal
2 comentarios
esto huele a fosa septica…
De la compra del sistema de espionaje de la PGR: Otra pintita chiquita al tigre en comparacion a la cantidad de actos de corrupción del actual y anteriores gobiernos.
Y como siempre; no encontraran responsables en la compra del sistema, primero crean empresas fantasmas ya con el conocimiento de que se adquirirán equipos para espionaje, y eso únicamente lo sabe el personal de mandos altos de la dependencia del gobierno que ven con buenos ojos la millonada y de dolares que costaría el equipo, involucrando a personas que por su ignorancia les hacen creer que ganaran un buen dinero al hacer negocios con la empresa, A eso se le llama presta-nombres, y así empiezan esas empresas fantasmas a venderle al gobierno los vienes y/o servicios diversos. Así se enriquecen los funcionarios públicos ilicitamente del pueblo. Engañando al pueblo. Eso es CORRUPCIÓN IMPUNE
Ojala y la investigación de estos periodistas arriesgados en sus labores licitas, descubran a los CORRUPTOS y ver cual sera el final si lo hay.