Oaxaca, Chiapas, Michoacán, Chihuahua y Guerrero son los principales productores de alimentos orgánicos del país, con el 82 por ciento de la superficie total cultivada, informó la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación» (Sagarpa).
La dependencia federal afirmó que los productos orgánicos en supermercados y restaurantes gozan de mayor prestigio, gracias a sus beneficios para la salud y el medio ambiente. Por ello y gracias a esta creciente fama es que casi 169 mil hectáreas se consagran exclusivamente a producir este tipo de industria agrícola.
Aseveró que México está posicionado entre los 20 principales países exportadores y en el cuarto lugar como productor de alimentos orgánicos; países como Japón, Estados Unidos de Norteamérica y la Unión Europea reciben alimentos orgánicos mexicanos.
Añadió que en México se cultivan más de 45 productos orgánicos, de los cuales el café es el rey por superficie cultivada, en segundo lugar, están el maíz azul y blanco, en tercero el ajonjolí, y le siguen en importancia: hortalizas, agave, hierbas aromáticas, mango, naranja, frijol, manzana, papaya y el aguacate.
Aunque en menor superficie, también se produce soya, plátano, cacao, vainilla, cacahuate, piña, jamaica, limón, coco, nuez, lichi, garbanzo, maracuyá y durazno.
Dijo que los productos de origen animal también entran en la categoría de orgánicos, pero su origen debe ser de animales alimentados solamente con productos orgánicos, que han pastado al aire libre y no hayan consumido hormonas o antibióticos, en este punto México destaca con producción de leche, huevo y carne.
La producción orgánica en México es de gran importancia social, pues es una actividad en la que participan los sectores más pobres del medio rural, grupos indígenas (representan poco más del 50 por ciento de los productores) y pequeños productores de escasos recursos.
Explicó que por otra parte aunque los productos orgánicos tienden a ser más caros, el mercado doméstico interesado en consumir este tipo de productos crece anualmente 10 por ciento. La generación nacida entre 1979 y 2000 es quien está impulsando este mercado, pues se consideran consumidores más saludables y naturales, además gustan de probar alimentos étnicos y artesanales.