Economía

Multinacionales declararán desglosado por país. Por Claudia Luna Palencia

Publicado por
José Cárdenas
POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia
@claudialunapale
En Europa, los encargados de la Hacienda pública están tomándose con bastante denuedo la fiscalización de las actividades de las grandes empresas, llevan unos años a la fecha observando con lupa al ciudadano de a pie, y ahora van a pegarle el mordisco a las multinacionales.
Si algo dejó la larga crisis en la UE de los 27 es la terrible lección de saber que los pivotes para estabilizar el conglomerado europeo en medio de una tempestad económica pasa por un estrecho margen de maniobra y sobre todo por cargarle buena parte de la corrección y de la reaceleración a los trabajadores y a sus sueldos y salarios; no pueden devaluar, entonces el golpetazo en el desempleo y en la nómina de los trabajadores pasa directamente en seco.
Con esos escasos márgenes, la política fiscal es importantísima para evitar que los presupuestos se vuelvan famélicos precisamente por los ajustes previstos durante la caída y la sangrante pendiente de la recuperación.
Desde hace más de un quinquenio, con la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) se ha previsto acotar la existencia de los paraísos fiscales, la pretensión es que no haya salida de dinero de un país para buscar filtros de opacidad a fin de permitir un camuflaje para no pagar los impuestos que marca la ley en el territorio natural.
La ausencia de fronteras reales entre los países europeos de alguna forma ha permitido el trasiego de alijos de dinero por la vía terrestre de un país a otro en busca de esas legislaciones laxas y de facilidades; hay paraísos como
Andorra, Luxemburgo, Chipre, Irlanda y Holanda.
El más reciente escándalo –toda una trama digna de una película por la ingeniería financiera para saquear las arcas públicas de Cataluña-, que envuelve a la prolífica familia de Jordi Pujol, expresidente de la Generalitat de Cataluña, ha dejado al descubierto el uso de vehículos cargados de voluminosos paquetes de euros dirigidos a bancos andorranos.
La posibilidad de que sea una práctica extendida no nada más entre políticos sino también entre empresarios para evadir al fisco local es algo que preocupa a los miembros del Parlamento Europeo.
Por lo pronto, después de destaparse el cobijo fiscal de Irlanda al gigante de la tecnología estadounidense Apple, la indignación interna ha ido escalando: les recuerdo a mis amigos lectores que Apple gozaba en Irlanda de un privilegiado 0.005% de impuesto de sociedades… hasta que se descubrió.
Alguien dio el chivatazo a las autoridades europeas que pusieron el grito en el cielo y enviaron una factura por 13 mil millones de euros por impuestos atrasados a la compañía de Steve Jobs.
A COLACIÓN
Después de esta historia de privilegios, el Europarlamento lleva tiempo discutiendo cortar las vías opacas para las empresas y fundamentalmente para las multinacionales que desparraman su actividad por diversas partes del mundo.
Finalmente ayer el Parlamento acordó que todas las empresas con una facturación a nivel mundial a partir de 750 millones de euros tendrán que informar sobre sus contribuciones tributarias, de manera desglosada por país.
Así es país por país, lo que va en dólares en dólares, lo que va en euros en euros, lo que va en yenes en yenes; lo que se ha pagado por impuestos en cada país de actuación para las compañías implica mayor pericia contable pero para las arcas públicas europeas es un requisito esencial en pro de la transparencia fiscal e insisto (el argumento central) reducir la evasión fiscal.
Y es que cada año, según la Comisión Europea, son evadidos entre 50 mil a 70 mil millones de euros anuales por concepto del quehacer de las multinacionales.
“El proyecto legislativo prevé sanciones para las empresas que no faciliten la información, que fijará cada Estado miembro y que pueden consistir en multas administrativas y en la exclusión de los procedimientos de licitación pública y de concesión de financiación procedente de los fondos estructurales de la Unión”.
Se trata de un buen inicio para que las cosas cambien a favor de lo que todos consideramos necesario: que nadie quede indemne de pagar sus impuestos correctamente, el meollo es que siempre hay resquicios por ejemplo la creación de fundaciones como un método para no declarar ganancias o disfrazar los ingresos.
España lleva un tiempo encima de las cuentas megamillonarias de los futbolistas, el exorbitante nivel de cotización de algunos jugadores su valor como deportistas pero también lo que generan por ser marcas e imágenes de moda significan volúmenes de dinero; no es malo enriquecerse lo negativo es no cumplir con las normas impositivas.
*Puedes opinar en http://claudialunapalencia.blogspot.com.es economista y escritora, experta en periodismo económico, geoeconomía y análisis internacional
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José Cárdenas