En víspera de la elección de la Asamblea Nacional Constituyente, en las calles de Venezuela predominan las barricadas y las compras de pánico.
La Oposición llamó a sus seguidores a mantenerse en las calles para mostrar su descontento con la medida convocada por el Presidente Nicolás Maduro, a la que califican como un fraude constitucional e intento de dictadura, luego que en una votación simbólica el 16 de julio 7.5 millones de venezolanos se pronunciaran en contra de la medida.
Avenidas en el este de Caracas mantienen los bloqueos que iniciaron ayer contra la Constituyente, que busca redactar una nueva Carta Magna y disolver el resto de los poderes públicos.
«No tienen chance, esto es una guerra», amenazó un elemento de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) por un altavoz durante la noche del viernes a habitantes del Municipio Libertado, según informes del diario El Nacional.
«Tengo una hija pequeña, no puedo arriesgarme a que me pase algo», dijo María Llanes, trabajadora de 55 años que vive en un barrio de Caracas dominado por pandillas armadas chavistas.
«¿Qué hago?, ¿protesto en este barrio para que me maten? Esta zona está dirigida por una mafia leal al dinero que el Gobierno les paga».
En algunas zonas prefirieron salir a comprar alimentos por temor a la agitación que pueda ocurrir mañana y en los próximos días. Antes del medio día ya se observan largas filas en los mercados y panaderías.
El Presidente Nicolás Maduro hizo un llamado para una participación masiva en la votación de este domingo para elegir a los miembros de la Constituyente.
Por su parte, la Oposición afirma que el Gobierno de Maduro teme tanto a la baja participación que ha amenazado con despedir a los trabajadores estatales que no voten o con quitar beneficios sociales, como alimento subvencionados, a los que no vayan a las urnas.
Después de cuatro meses de marchas, la Fiscalía Venezolana ha registrado al menos 109 personas muertas y casi 2 mil heridos.
Fuente: Reforma