Las movilizaciones que comenzaron el jueves, se arreciaron este viernes en Hamburgo, Alemania, en el marco de la inauguración del G20, por parte de la canciller, Angela Merkel, con un saldo, hasta el momento de 209 heridos.
Además del enfrentamiento violento de manifestantes con las fuerzas de seguridad, la ciudad porturaria se vio sacudida por incendios, saqueos y barricadas.
“Bienvenidos al infierno” fue el lema que usaron los manifestantes anticapitalistas el jueves, cuando desde temprano trataron de bloquear el acceso al recinto del encuentro a las delegaciones oficiales, consiguiendo retardar los cortejos diplomáticos que intentaban abrirse camino en medio de la agitación, y de paso perturbar un poco el inicio de las negociaciones del G20.
Ayer, se quemaron numerosos vehículos, algunos de la policía, y nubes de humo negro cubrieron parte del centro de Hamburgo y del barrio cercano de Altona.
Unas 30 marchas de protesta fue vigilada por miles de policías antimotines. Aunque la mayoría de las concentraciones fueron pacíficas y hasta creativas, algunos manifestantes lanzaron bombas molotov, tubos metálicos y piedras.
Los 20 mil policías que llegaron de toda Alemania a Hamburgo se vieron rebasados por los focos de protesta que empañaron una reunión que la canciller Merkel esperaba que demostrara el compromiso inquebrantable de su país con la libertad de expresión y de reunión.
Merkel condenó las protestas violentas: “Por supuesto que entiendo que la gente se manifieste de forma pacífica, pero las manifestaciones violentas ponen en peligro la vida de la gente y eso no se puede aceptar, criticó la mandataria”.
Se reportó que al menos 13 personas resultaron heridas –11 de gravedad– al desmoronarse una valla que intentaban escalar para huir de la policía en horas de la madrugada. Además, hay un número indeterminado de lesionados leves.
En tanto que por lo menos 196 policías resultaron heridos, decenas de manifestantes fueron llevados a hospitales y más de 70 activistas fueron arrestados.
Las protestas se centran en la globalización, inequidad económica y las pocas medidas que se toman para combatir el cambio climático.
Por la movilizaciones, la primera dama estadunidense Melania Trump no pudo llegar al lugar donde las demás primeras damas efectuaban un encuentro.
Fogatas seguían ardiendo en el centro de Hamburgo el viernes por la noche.
Mientras algunos residentes dijeron que las protestas han hecho un caos de la ciudad y algunos negocios están cerrados, otros manifestaron su apoyo y colocaron en bares carteles que decían: “Bienvenidos, manifestantes”, “G20, ve por una cerveza” o “La abuela y el abuelo están contra el G20”.
Fuente: SPD