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Qué esperar de la reunión Peña-Trump. Por Jorge Castañeda

Publicado por
José Cárdenas

Jorge Castañeda, analista político y conocedor profundo de la relación México-Estados Unidos, consideró que el gobierno hace bien en bajarle las expectativas al encuentro entre Enrique Peña Nieto y Donald Trump.

Es un encuentro en efecto medio peligroso, por eso hay que bajarle las expectativas; porque todo encuentro con Trump es peligroso, porque no sabes lo que va a hacer antes, durante o después de una reunión que se programe con él. Nadie sabe.

El problema, dijo, es que México no puede decididamente posponer una reunión de su Presidente con el nuevo Presidente de Estados Unidos, simplemente no es posible eso. Entonces, hay que escoger entre varias malas opciones, no hay una buena que compares con las malas.

Podría haber sido que Peña fuera a Washington, es mala; que Trump viniera a México, peor todavía; que Peña fuera a Mar-a-Lago en Florida, al hotel de Trump, la peor de todas. Pues esta es la menos peor, por así decirlo; es al margen del G-20, es una de nueve reuniones que tendrá Trump, una de cinco que tendrá Peña Nieto. La prensa internacional va a estar mucho más enfocada en las reuniones de Trump con Putin, con Xi Jinping, con Abe, con el presidente de Corea del Sur, con el presidente Moon.

Entonces, es el mejor ambiente posible dentro de una reunión que a nadie le da demasiado gusto, porque en primer lugar no se puede resolver nada con Trump; en segundo lugar, porque siempre hay riesgos con él, ya se sabe, ya lo hemos visto con México y con muchos países; y por lo tanto, hay qué bajarle lo más posible las expectativas, que sea lo más breve posible, que platiquen del mayor número de nimiedades, de frivolidades, de trivialidades, que no se metan en una discusión de sustancia de nada si se puede evitar. Una foto, un saludo, un despido y vámonos.

JC: El Presidente de Estados Unidos, los presidentes de Estados Unidos suelen ser tramposos en general; pero este Presidente actual es el más tramposo de todos, es el campeón de las trampas. Ayer lo comentaba en «El Financiero», Raymundo Riva Palacio, decía que saben sembrar lo que les interesa que se difunda y lo hacen con un «pool» de informadores que viajan en el avión AirForce 1, y luego este «pool» lo difunde con el resto de los medios de comunicación y así va poniendo Trump su agenda, a su parecer.

Y luego -claro- cuando se levanta y va al baño pone unos twitters ahí de repente tremendos donde echa por tierra cualquier esperanza, cualquier expectativa. No es respetuoso de la diplomacia, la diplomacia para Trump no existe, existe la negociación a partir de su fortaleza, ese es el estilo. Y parece que México no está acostumbrado, a menos que Peña Nieto demuestre lo contrario.

JCG: Yo creo que nadie está acostumbrado, para decir verdad, Pepe. Esto le ha costado mucho trabajo a todos los líderes mundiales que se han entrevistado con él. Angela Merkel en Washington, que no le dio la mano, el Presidente o el Primer Ministro de Montenegro que le dio un empujón, así sucesivamente. O sea, esto nadie puede estar acostumbrado a lo imprevisible.

Y México no tiene muchos antídotos con qué defenderse, realmente no hay mucho que podamos hacer porque tampoco se puede poner Peña en plan majadero, en plan patán, digamos; no corresponde a su estilo ni a la simetría de fuerza, de poderío entre los dos países.

Entonces, lo mejor es una reunión breve. Creo que va a durar cuando mucho media hora, tal vez pueda durar un poco menos, se puede llenar, se puede rellenar con el saludo, la foto, las bromas, el cuento, en fin, lo que tú quieras, para que no dure la parte sustantiva más que unos 20 minutos.

Y en esa parte sustantiva posiblemente una bola de lugares comunes y dejarlo de ese tamaño, por si acaso Trump insiste en algo, pues decir después: «No, no se dijo eso «, o «no se dijo nada de fondo, nada importante, porque no era para eso, era simplemente para cumplir con un compromiso que existe para cualquier Presidente de México para cubrir un expediente. para cumplir con un trámite y punto».

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José Cárdenas