Si la Selección Mexicana busca trascender en un torneo importante, los dueños de los clubes en México tendrán que hacer a un lado el negocio y ver más por el futbolista, aseguró Rafael Márquez.

«No es nada más pedir una sola cosa, son muchas las que hay que hacer, (el futbol en México) es un negocio que quizá sólo beneficia a los dueños de los clubes y no a los futbolistas, se tendría que apostar más por la salida al extranjero, apostar por los mexicanos, por las fuerzas básicas», criticó Márquez este sábado en conferencia.

«Quizás que tengan más en cuenta al jugador, que intenten apoyar más al jugador que al negocio, sabemos que invierten mucho en un jugador pero al igual como inviertan pueden recuperar esa inversión haciendo un poco mejor las cosas, se tiene la calidad, el talento, es cuestión de ser más accesibles y de tratar de que se piense más en el jugador».

Así se refirió el central de la Selección en la conferencia previa al duelo por el tercer lugar de la Copa Confederaciones 2017, que México buscará ante Portugal.

El ex futbolista del Barcelona sabe que en al balompié mexicano le cuesta trabajo potenciar a sus talentos.

«En México no tenemos un desarrollo como el que tiene España y realmente vamos progresando demasiado lento, desde luego se empieza en fuerzas básicas y luego cómo está la competencia en nuestra Liga que las oportunidades son muy pocas y el desarrollo es muy lento a comparación de Europa, Argentina, Brasil, Chile», apuntó.

Márquez aseguró que ganar el tercer lugar vale mucho y más si es ante Portugal.

«Creo que es una gran oportunidad para nosotros, no lo vemos como un partido más, muchas veces no se da este tipo de encuentros contra el campeón de Europa, así que nos vamos jugar el todo contra el todo», agregó.

Sobre su continuidad en el Tri, así como el futbol profesional, Márquez confesó que cada vez es más difícil mantenerse bien físicamente, pero él seguirá hasta que su cuerpo lo permita.

«No es nada fácil seguir en este nivel, hasta que el cuerpo aguante intentaré seguir jugando», finalizó.

Fuente: Reforma