El éxito del primer misil balístico intercontinental de Corea del Norte, posiblemente capaz de llegar al estado de Alaska, ha provocado especulaciones sobre cómo ese país, prácticamente aislado, logró avances tecnológicos mucho más rápido de lo esperado.
Los expertos han sostenido que las imágenes disponibles de los misiles de Pyongyang mostraron evidentes rasgos de los proyectiles rusos, pero lo más probable es que los norcoreanos hayan desarrollado su propia tecnología a lo largo de décadas.
«Todos los misiles hasta ahora revelados por Pyongyang podían remontarse claramente a un par de viejos modelos rusos que adquirieron hace décadas», indicó Zhao Tong, miembro del programa de política nuclear en el Centro Carnegie-Tsinghua para la Política Global.
Esto incluyó el último Hwasong-14, que Corea del Norte probó el 4 de julio con un rango estimado de más de seis mil kilómetros de alcance, lo que se califica como un misil balístico intercontinental.
Su motor de combustible líquido, así como el de su predecesor, el Hwasong-12, de tres mil 700 kilómetros de alcance, se originó de un antiguo misil balístico soviético R-27 Zyb lanzado por submarinos (SLBM), explicó Zhao.
Se cree que las tecnologías R-27 entraron en posesión de Pyongyang en 1992, de acuerdo con un amplio reporte del diario South China Morning Post.
El caos después del colapso de la Unión Soviética en 1991 proporcionó al líder norcoreano Kim Il-sung, el abuelo de Kim Jong-un, la oportunidad de obtener el SLBM, que puede Llevar una ojiva nuclear y tiene una gama de dos mil 400 kilómetros.
Sun Xingjie, un experto en política coreana en la Universidad de Jilin, sostuvo que ya en el periodo conocido como la Guerra Fría, Corea del Norte adquirió armamento nuclear como una estrategia estatal fundamental y recibió una ayuda significativa de la Unión Soviética y más tarde de Rusia.
«Las tres generaciones de líderes de la familia Kim, especialmente Kim Jong-un últimamente, pusieron una tremenda cantidad de recursos en la investigación y el desarrollo», observo Sun.
La antigua URSS proporcionó a su aliado comunista educación y formación, asesores expertos e incluso planos, según Zhao.
Corea del Norte inicialmente basó su desarrollo de misiles primarios en los años setenta en misiles soviéticos Scud. A partir de ahí, desarrolló sus primeros cohetes Rodong y Taepodong.
Generaciones de ingenieros norcoreanos han sido enviados a estudiar en las instituciones de investigación nuclear y de misiles de Moscú, como el Instituto Conjunto de Investigación Nuclear en Dubna.
Estos técnicos se convirtieron en piezas claves al programa de desarrollo de armas de Pyongyang.
Andrei Chang, fundador de la revista militar Kanwa Asian Defense, precisó que un factor clave detrás del rápido progreso de Pyongyang fue que sus expertos en misiles no sólo eran bien educados y brillantes, sino que tenían el hábito de «trabajar duro sin quejarse».
«Estudiosos de las academias militares de Rusia me dijeron que en el departamento de ingeniería y misiles de los años 80, los estudiantes más excelentes y trabajadores eran todos de Corea del Norte», recordó.
El régimen también contrató a varios expertos rusos después de la caída de la URSS. En 1992, se informó de que un grupo de científicos rusos y especialistas en misiles fueron detenidos mientras intentaban viajar a Pyongyang.
Pero muchos ingenieros rusos ya estaban trabajando en Corea del Norte, según un informe del grupo de expertos Nuclear Threat Initiative.
«Es probable que a través de una larga investigación, los ingenieros de Corea del Norte hicieron un gran avance sobre algunas dificultades tecnológicas claves», expuso Zhao. «Pero no veo ninguna indicación de que Corea del Norte haya adquirido nueva tecnología importante en los últimos años», remató.
Los recientes avances de Pyongyang incluyen las exitosas pruebas del Pukguksong-1 y -2, que utilizan motores de combustible sólido más avanzados que el combustible líquido R-27.
Los observadores internacionales no están completamente de acuerdo sobre el origen y el camino de desarrollo de estos misiles. Se especuló que el Pukguksong-1, un SLBM, podría haber sido desarrollado con la ayuda del SLBM de China.
Sin embargo, las fotos de los lanzamientos de Pukguksong muestran que los diseños también guardan una gran semejanza con el R-27.
«Por lo que hemos visto, Corea del Norte elaboró la tecnología de los motores de combustible sólido copiando repetidamente los motores rusos de combustible líquido. Basándose en eso, desarrollaron el combustible sólido «, puntualizó por su parte, Song Zhongping, un analista militar.
«No se pueden encontrar similitudes significativas con los modelos chinos en los misiles norcoreanos. La razón es simple: China no quiere que Corea del Norte posea y desarrolle misiles avanzados «, acotó.
Pakistán, un aliado de Beijing, también es improbable que haya transmitido tecnología de misiles de China a Corea del Norte, aunque cooperaron en armas nucleares durante algún tiempo antes de que las Naciones Unidas impusieran sanciones a Pyongyang, explicó.
Corea del Norte ha desafiado las sanciones internacionales a su programa de armas nucleares. El régimen de Pyongyang está decidido a convertirse en un «líder militar en Asia», manifestó Song.
Sin embargo, el régimen de Kim sigue todavía lejos a la tecnología de los más avanzados misiles como los desarrollados por Estados Unidos, Rusia, China e incluso India e Israel.
No obstante, Pyongyang ha intercambiado tecnología de misiles con Irán, y ha ayudado a Teherán con su desarrollo de misiles y cohetes.
La familia de misiles Hwasong y la serie posterior de Shahab de Irán están obviamente relacionadas. Algunas tecnologías R-27 también se han visto en los cohetes iraníes Safir y Simorgh.
Las sanciones de la ONU y el embargo comercial sobre dispositivos electrónicos relacionados con misiles y sustancias químicas relacionadas con el combustible han obligado a Pyongyang a encontrar canales de tráfico ilícito o a utilizar productos civiles como sustitutos, lo que dificulta su progreso en los ICBM (misil balístico intercontinental).
Pero el Hwasong-14 podría llegar a Alaska y Hawai, y era sólo cuestión de tiempo que Corea del Norte desarrollara una ojiva nuclear que podría cargarse en ella, afirmó Chang. «Se están acercando».
Fuente: Crónica