La cifra de víctimas mortales en dos explosiones en la ciudad de Parachinar subió a 67 personas, lo que eleva a 85 el número total de fallecidos en tres ataques separados ocurridos el viernes en Pakistán, dijeron el sábado las autoridades. Varios heridos siguen en estado crítico.
Shahid Khan, funcionario gubernamental en Parachinar, confirmó el balance de víctimas y añadió que los residentes que en la víspera se preparaban para celebrar el final del Ramadán, están ahora de luto. Lashkar-e-Jhangvi, un grupo extremista suní, se atribuyó la autoría de los dos ataques en un abarrotado mercado de la cuidad, de mayoría chií, vinculándolos al conflicto sirio.
Khan dijo que durante la jornada otras 12 personas gravemente heridas murieron en diferentes hospitales.
El hospital estatal de Parachinar recibió 261 víctimas de las explosiones, de las cuales 62 estaban en estado crítico, dijo el médico Sabir Hussain.
Otras 14 personas murieron el viernes en un ataque suicida con coche bomba cerca de la oficina de la sede de la policía en la provincia de Quetta, en el sur del país, según el portavoz del ente, Shahzada Farhat.
Este atentado fue reivindicado por una facción de los talibanes y el grupo extremista Estado Islámico.
Además, en la ciudad portuaria de Karachi, pistoleros atacaron a agentes en un restaurante de carretera y abatieron a cuatro antes de huir, explicó Asif Ahmed, oficial del cuerpo.
El mayor general Asif Ghafoor, vocero del ejército, ligó los ataques a supuestos insurgentes refugiados en la vecina Afganistán y prometió reforzar la seguridad fronteriza. Los países suelen intercambiar acusaciones de hacer ignorar la presencia de radicales.
Fuerzas de seguridad allanaron un escondite insurgente en la localidad noroccidental de Peshawar antes del amanecer del sábado.
El cateo provocó una balacera en la que tres talibanes paquistaníes perdieron la vida y dos agentes de policía resultaron heridos, señaló el oficial Sajjad Khan.
Los radicales estaban fabricando bombas que podrían haber usado para atentar durante los próximos feriados religiosos, agregó.
Según Khan, la identidad de los extremistas caídos no estaba disponible de inmediato. Uno de ellos habría sido identificado como un comandante del grupo EI buscado por las autoridades, señalaron funcionarios de inteligencia que hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a hacer pública la información.
Fuente: Excélsior