El gobierno de México presentó una declaración jurada ante la Corte del Distrito Oeste de Texas en San Antonio, para solicitar la suspensión de la ley SB4 que entrará en vigor el próximo 1 de septiembre próximo.
A través de la cancillería, el gobierno mexicano reiteró su preocupación ante los posibles efectos negativos de esa ley en la comunidad mexicana y de origen mexicano en Texas, que representa una tercera parte de la población total de Texas.
Leyes como la SB4 criminalizan aún más el fenómeno migratorio; abren espacios a posibles actos de discriminación racial; reducen la colaboración de la comunidad migrante con las autoridades locales; y fomentan un ambiente de persecución, indicó la Secretaría de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Asimismo, expresó su respeto hacia las leyes y procesos legales de Estados Unidos, y recordó que cifras de los consulados mexicanos y estadística «reflejan la situación de incertidumbre que enfrenta nuestra comunidad en Texas y la angustia que ha generado la entrada en vigor de esta ley».
En dicho documento se exponen las consecuencias que ha generado la aprobación de la SB4 y la expectativa de su entrada en vigor en la comunidad mexicana, mediante estadísticas que comprueban el aumento de los servicios consulares.
La dependencia refirió que el número de llamadas al Centro de Información y Asistencia a Mexicanos (CIAM) por parte de los connacionales en Texas, durante mayo y junio aumentó 678 por ciento, en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Además, se presentó un aumento de 32.4 por ciento en la expedición de documentos a mexicanos.
Durante las seis semanas previas a la aprobación de la ley 585 mexicanos solicitaron asesoría legal en los consulados de México en Texas, agregó la dependencia, mientras que casi un mes después incrementaron a 926 casos, es decir 60 por ciento.
Ante ello, el gobierno mexicano dará seguimiento de manera permanente al proceso legal contra la ley SB4, y hará valer todas las acciones legales a su alcance, a fin de continuar protegiendo a los mexicanos que viven y visitan Texas.
Fuente: La Razón