El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró en Miami que «pronto se va a lograr una Cuba libre» y calificó de «brutal» al régimen castrista.
El mandatario, anunció que dará marcha atrás al acuerdo de Barack Obama con Cuba, con el que se normalizan las relaciones diplomáticas y se levantan las restricciones al comercio, inversiones y turismo.
En su visita a Miami, sede del exilio cubano, Trump dijo que «estoy cancelando todo el acuerdo unilateral del último gobierno», ya que sólo causó «más represión y la búsqueda de aplastar el gobierno democrático».
Trump dijo que restableció las restricciones a los negocios con el Ejército cubano con el fin de forzar a las empresas a tratar directamente con los emprendedores de la isla, además restringió los viajes de estadunidenses a Cuba; sin embargo, dijo que mantendrá la embajada en La Habana.
Dijo que restringirá que los «dólares estadunidenses que vayan a los militares y servicios de inteligencia que son la base del régimen cubano, restringiremos el turismo, aplicaremos el embargo y tomaremos medidas concretas para que las inversiones vayan directamente al pueblo, para que puedan construir empresas privadas».
«Las ganancias de las inversiones y turismo va a los militares, el régimen se queda con el dinero y es el dueño de la industria», aseguró.
Dijo que a diferencia de los gobiernos anteriores que aliviaron las restricciones sobre viajes y comercio, él levantará las sanciones hasta que «el régimen cubano libere a los prisioneros, se respete la libertad, los partidos políticos sean legalizados y hasta que haya elecciones libres».
Agregó que está dispuesto a negociar «un acuerdo mejor» con la isla, pero solo si hay avances «concretos» hacia la celebración de «elecciones libres» y la liberación de «prisioneros políticos».
«Cuando los cubanos den pasos concretos, estaremos listos, preparados y capaces de volver a la mesa para negociar ese acuerdo, que será mucho mejor», aseguró.
En su intervención, el senador republicano, Marco Rubio, dijo que hoy Estados Unidos tiene un presidente que aterriza en Miami para dar la mano al pueblo cubano y no un presidente que viaja a Cuba para ponerse del lado del régimen de los Castro.
«Antes teníamos un presidente que le daba la mano al régimen que oprime al pueblo y ahora tenernos un presidente que le da la mano al pueblo cubano», dijo el senador en español.
Dijo que las medidas anunciadas por Trump pretenden castigar al Ejército cubano que reprime a la gente para empoderar a los cubanos.
Aseguró que la política exterior que ayudaba a los Castro llegó a su fin, porque ahora hay un «presidente Donald Trump que hizo lo que tenía que hacer para dar libertad a los cubanos».
Disidentes y activistas como Rosa María Payá y José «Antúnez» García Pérez, así como los veteranos de la invasión de la Bahía de Cochinos, estuvieron presentes en el teatro Artime en la Pequeña Habana.
Más de un cuarto de millón de estadunidenses visitó la isla en los primeros cinco meses de 2017, lo que representó un crecimiento de 145 por ciento frente a igual período de 2016, informó el miércoles un portal cubano citando fuentes oficiales.
Empresas aéreas y de cruceros hacia Cuba hicieron millonarias inversiones en los últimos dos años para prepararse al nuevo escenario bilateral, y aún resta por ver el impacto que las nuevas medidas tendrán en estos sectores.
El lento proceso de aproximación entre Estados Unidos y La Habana ha tenido desde el primer día el apoyo entusiasta de otros sectores empresariales además del turismo, en especial los ligados a la agricultura y las telecomunicaciones.
La política estadunidense hacia Cuba utilizada durante medio siglo había impedido a empresas locales actuar en la isla, y ello permitió que numerosas firmas europeas lograsen contratos ventajosos.
Fuente: Milenio