Los inversores de la constructora y concesionaria española OHL respiran aliviados. Tras una campaña marcada por las acusaciones de corrupción en torno a dos de sus infraestructuras bandera en México, el Circuito Exterior Mexiquense y el Viaducto Bicentenario, ambas en el Estado de México, la continuidad del PRI al frente de esa entidad supone un enorme balón de oxígeno para sus cuentas y, sobre todo, para su dañada reputación en el país norteamericano al impedir la llegada al poder de Morena.
El partido del excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador había prometido revisar y, llegado el caso, revertir el actual entramado de concesiones de obras públicas. En las primeras horas de cotización tras la victoria priista en el Estado más poblado del país los títulos de la constructora y concesionaria española que cotizan en el país norteamericano han llegado a dispararse un 7%, cifra que con el paso de las horas ha ido reduciéndose hasta el entorno del 6%.
Fuente: El País