Ramón Ojeda Mestre, secretario general de la Corte Internacional de Arbitraje Ambiental, acusó al gobierno de la Ciudad de México de ignorar el aspecto cultural – histórico, así como ambiental de la capital del país, para acelerar el negocio de la construcción de la Línea 7 del Metrobús, ubicado en Paseo de la Reforma.
Con este proyecto, indicó, se confinan dos carriles de la Avenida para uso exclusivo del Metrobús, para el tránsito de 90 vehículos de doble piso, que implican la poda y tala de 600 árboles, desconociendo que la Ciudad de México se ubica a dos mil 240 metros sobre el nivel del mar, y un suelo que está a escasos ocho o nueve metros del manto friático.
«Todas estas cosas las desconoció para tratar de terminar, antes de que el renuncie para ser precandidato, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México (Miguel Ángel Mancera), en un negocio con unas empresas francesas a las que les dio el contrato de generación de basuras, que es una barbaridad», indicó.
En entrevista con José Cárdenas, Ojeda Mestre sostuvo que el Metrobús en esta zona generará la ralentización del tránsito y, con ello mayores contaminantes, daño a la atmósfera, a los árboles, a la población, además de generar daños a monumentos como el Ángel de la Independencia, la Diana Cazadora, entre otros.
«Es una aberración, en lugar de eso nosotros queremos que se haga metro subterráneo, o que se busquen otras alternativas con autobuses o metrobúses eléctricos o híbridos».
Acusó que los avances de la obra se hicieron de manera ilegal, «total y claramente, por eso no presentaban los documentos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de la Secretaría de Cultura federal, del Instituto de Bellas Artes, del Bosque de Chapultepec, todo nos lo fueron negando, por eso siempre negociaban en lo oscurito, con la secretaria Patricia Mercado y unos grupos allá modificando el trazo, es decir que no ha sido un juego limpio».
Respecto de la respuesta del Metrobús a la orden del juez octavo de distrito en materia administrativa, Fernando Silva García, que dispone la suspensión definitiva de la construcción de la Línea 7, el ambientalista sostuvo, «es cuestión de horas, de que les van a dar a sus excelencias del gran poder del gobierno de la Ciudad de México, les van a llevar hasta su oficinita la notificación histórica».
En su oportunidad, Guillermo Calderón Aguilera, director general del Metrobús, sostuvo que entre sus planes no está considerado alterar el área natural protegida del Bosque de Chapultepec, así como los monumentos históricos, por lo que invitó a las asociaciones ambientales a una discusión.
En ese sentido, Ramón Ojeda Mestre contestó que el tema de la suspensión definitiva ya no está a discusión, «el asunto es que el juez ya determinó una suspensión definitiva, por razones históricas, culturales, ecológicas y de salud, entonces hay que acatar esa decisión de suspender definitivamente las obras de la Línea 7 de Metrobús».
Ojeda Mestre desestimó la modernidad del sistema ya que, dijo, no es un transporte de primer mundo que se utilice en ciudades como Londres o Nueva York.
«Ellos tienen que ver cómo ese incremento de los contaminantes atmosféricos, de los coches y de la lentitud del tránsito es mucho muy superior a lo que va a ahorrar o generar en la transportación en esos 90 autobuses que se han comprado y de exceso de peso para la Ciudad, que además no caben junto a los árboles que están inclinados en Paseo de la Reforma», indicó.
Por otro lado, Ojeda Mestre indicó que los crímenes en la zona turística de Los Cabos, Baja California Sur, han registrado un aumento alarmante, y es que en lo que va del año se contabilizan 200 asesinatos y 25 mil robos a casa habitación.
«El gobierno federal ha dejado un municipio tan pequeño y tan débil, con escasísimos recursos económicos, y con poquísima experiencia en las ligas mayores de la delincuencia, y a parte que hubo un descuido con la administración anterior de Marcos Covarrubias, que dejaron el estado hecho un caos, en materia de seguridad pública», sostuvo.