POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia
En los últimos años, los analistas internacionales han puesto sobre de la mesa el resurgimiento de la Guerra Fría con sus consecuentes roces y amenazas para la paz global, hace unos días charlé con el escritor Javier Jiménez Olmos quien advirtió que el presupuesto militar de Estados Unidos ascendió a 608 mil millones de dólares, se trata del 36% del presupuesto mundial mientras que en China suma 215 mil millones de dólares.
“Con esto quiero decir que Estados Unidos sigue siendo una potencia hegemónica en un sistema internacional donde predomina la agenda militar y tiene un rol preponderante porque puede ser responsable de que haya paz o guerra”, indicó el especialista de la Universidad de Zaragoza.
Una paz que angustiosamente se avizora cada vez más lejana si se interpretan los nuevos signos de los tiempos y los más recientes movimientos en el tablero geopolítico y militar.
“Ahora mismo con Donald Trump como presidente, los caminos de la paz están lejanos, recordemos que hace unos días él estuvo en Arabia Saudita vendiendo un importante contrato de armamento por 110 mil millones de dólares, ¿qué significa? Nos está diciendo que prevén que Oriente Medio se incendiará todavía más. En este sentido con Trump en Washington hay que estar prudentemente temerosos”, añadió reflexivo.
¿Y Putin? –le cuestionamos. A juicio del también autor de “Guerra en África y Oriente Medio. Causas y consecuencias”, de Mira Editores tampoco el actual presidente de Rusia transmite mucho pacifismo, aunque él procede de los servicios de Inteligencia eso se trasluce en que tiene un más amplio panorama de las decisiones estratégicas “empero su política internacional es agresiva lo hemos visto en el caso de sus intervenciones en Ucrania, Georgia, Chechenia y en Siria”.
En medio de Estados Unidos y de Rusia, en ese sándwich, permanece la Unión Europea (UE) con indecisiones permanentes en renglones relevantes tales como crear un cuerpo de defensa común.
Tanto letargo está pasándole factura a la UE, en opinión de Jiménez Olmos, Alemania vuelve a replantear el tema porque la intención es no depender tanto de la defensa estadounidense. ¡Y puede llegar a ser factible!
“Me parece que si sumáramos todos los presupuestos de defensa de los países europeos se podría tener un sistema defensivo eficaz y no cada uno por su cuenta; y que además permitiría a los países miembro de la UE especializarse por ejemplo: Alemania en defensa aérea, España en naviera militar… y no como pasa actualmente que cada uno tiene su pequeña parcela hay que sumar entre todos”.
Y mientras, en la nueva Guerra Fría, acontece igualmente el resurgir de la carrera armamentista con otro tipo de actores, para Jiménez Olmos hay que ser especialmente precavidos con la información que llega desde Corea del Norte y ser muy prudentes con la nueva situación geoestratégica de Rusia.
“Para mí lo de Corea del Norte debemos ponerlo en cuarentena y con Rusia analizar muy bien el contenido y el mensaje de las informaciones a fin de descartar que no estén aumentadas. La pregunta aquí es si realmente hay potencias interesadas en tener otra Guerra Fría o será más bien que Rusia pretende salir a flote, volver a ser una potencia económica; allí está la duda”, cuestionó.
A COLACIÓN
Hace unos días leí un muy interesante editorial de Isabel San Sebastián destacada analista española uno que desvanece dramáticamente el futuro inmediato al desdibujarlo y situarlo en una guerra “la Tercera” además en desarrollo.
Y va de la mano del terrorismo -como la nueva panacea-, que endemoniadamente extiende su virulencia en el globo terráqueo y no es al parecer un fenómeno pasajero, sino una nueva magna conflagración, así lo explica la experta.
Para San Sebastián es una guerra mundial, en definitiva la Tercera, ante lo que aconseja mejor asumirlo y tomar las medidas necesarias para ganarla lo más rápidamente posible.
De sus letras lo que más me ha hecho reflexionar tiene que ver con la referencia al pasado reciente como referente para entender el devenir actual: a ella no le pasa desapercibida la actitud asumida por Estados Unidos bajo la égida de Trump dado que considera que es “exactamente la misma que ejerció en las dos anteriores conflagraciones”.
Es decir, ese paso hacia atrás, el resucitar del proteccionismo y atornillarse en el unilateralismo es la vieja retórica asumida por la Unión Americana cuando dejó a Europa devastarse sola el siglo pasado.
*Puedes opinar en http://claudialunapalencia.blogspot.com.es economista y escritora, experta en periodismo económico, geoeconomía y análisis internacional