Eva Cadena, en medio de la vorágine, se ha convertido en un dolor de cabeza para Andrés Manuel López Obrador y sus devotos… y por eso mismo en ajonjolí de todos los moles noticiosos.

El protagonismo de la ex candidata de Morena a la presidencia municipal de Las Choapas, Veracruz, al ser exhibida en tres videos con las manos en la “billetiza” supuestamente para “lubricar” al dueño de su ex partido, la han convertido en “chiva expiatoria” idónea para desviar la atención de algo muy grave: el financiamiento ilícito a candidatos y partidos en campaña.

Con su dudosa y cuestionada actuación, Eva Cadena ha dejado claro que el financiamiento oficial y las fuentes alternas legales para que los partidos políticos puedan allegarse recursos contantes y sonantes no alcanzan para saciar el hambre inagotable del monstruo electoral; que todos los partidos recurren a estrategias oscuras para hacerse de recursos, aunque se lleven entre las patas la ley que ellos mismos aprobaron; que la lucha poder no tiene límites y por lo tanto necesita grandes cantidades de dinero en efectivo para no dejar huella. Quienes están en la lucha política para ganar a como dé lugar, no pueden quedar en desventaja frente a sus adversarios y enemigos por falta de pesos y centavos mugrosos, aunque sus acciones ilícitas puedan comprometerlos con los poderes fácticos, legales e ilegales, con toda impunidad.

En fin…

Después de casi dos meses de reclusión, persecución, calumnias y amenazas, Eva jala la cadena para que de una vez se vaya por el caño toda la porquería; despotrica en defensa propia para enfrentar todos los agravios que la abruman.

Afirma que no cometió delito alguno y jura que no saber nada de nada, acerca de cómo se manejan los dineros partidistas ni cómo operan las “donaciones” de particulares, ni cómo le hace Morena para mantener la campaña permanente del eterno candidato tabasqueño.

Eva Cadena alega que Morena le puso una trampa; que la engañaron por “taruga”; que la han linchado; que no obró de mala fe; que fue sorprendida; que le devolvió el dinero recibido al presidente estatal de Morena; que fue traicionada por López Obrador.

Eva, #LaReacudadora, hasta que no se aclare lo contrario, de paso denuncia el papel de la diputada Rocío Nahle, coordinadora de la bancada de Morena en San Lázaro, cercanísima al Peje, como operadora financiera. También señala a Amado Cruz Malpica, líder de Morena en el Congreso veracruzano como artífice de un sistema de quitas a los bonos de legisladores para financiar las actividades del señor López. Ambos acusados se lavan las manos.

Rocío Nahle acusa a Eva de estar envenenada y armar un “circo” con la intención de atacar a Morena en víspera de las elecciones del domingo próximo.

“Cuando nos enteramos, le mandé un mensaje; me empieza a decir que es una trampa, me habla de personajes locales de Veracruz. Le dije tienes que deslindar al partido de esto porque es a título personal (…) Esta señora sale con esto porque es un montaje de Miguel Ángel Yunes”, explica la legisladora al tiempo que promete demandarla.  

La autodefensa propia de Eva Cadena puede verse como un intento desesperado para limpiar su nombre, como una maniobra de venganza por haber sido usada como papel de baño para tirarla a la basura, o como un montaje encaminado a destruir las ambiciones presidenciales de Andrés Manuel López Obrador y su honestidad valiente.

 

EL MONJE SOSPECHOSISTA: Eva Cadena no es más que una gota de agua salada en el mar de nuestra política. Por ahora puede dormir tranquila; la fiscalía para atender delitos electorales (FEPADE) no la investigará gracias a que tiene dos amparos. El INE, por su parte, anuncia que vigilará con lupa las cuentas de Morena, lo que de alguna manera podría facilitar la venganza de Eva quien se siente empoderada. Llama la atención el coraje de quien se identifica como mansa corderita y muerde como loba disfrazada. ¿Será que toma los arrestos prestados de algún aliado nuevo?