El columnista Ricardo Alemán, dijo que el boletín en el que los periodistas y activistas de derechos humanos, convocaron a una conferencia de prensa el lunes 19 de junio para hablar del presunto espionaje del que son víctimas, se dio a conocer a las 09:00 de la mañana, y a esa hora la oficina del Hotel Fiesta Americana en donde se dio la conferencia de prensa estaba cerrada.

«Yo pregunto, dónde contrataron el salón, y junto con el portal Letra Roja, con quien tengo una alianza, mi página y mi oficina de trabajo, se realizó una investigación sobre eso precisamente y encontramos que está mintiendo alguien porque resulta que el salón debió haberse contratado el sábado previo en la mañana, al mediodía o el viernes, y la gran pregunta es quién les informó a estos señores, colegas nuestros, que se iba a publicar esa información y cuál era el contenido de la información», indicó el periodista.

Asimismo, expresó que todo eso le parece sospechoso por lo que no descarta que sea una muestra de que alguien pretende tomarnos el pelo y «creo que todos tienen que ser investigados para aclarar algo que es gravísimo».

El columnista del periódico Milenio expuso, «yo sospecho un montaje, porque además hay más elementos, hablamos con una fuente que no podemos revelar el nombre del gobierno mexicano y nos dijo que Pegasus, ese mecanismo para espiar, lo tienen descontinuado en el gobierno por una razón que es elemental, porque es un proceso viejo, es tecnología vieja, y nos dijo algo que es francamente de risa local, nos dijo ‘vayan a la plaza de la Tecnología y lo van a encontrar muy barato'».

Dijo que acudió a la Plaza de la Tecnología y encontró el dispositivo a un costo de 100 pesos para espiar a través de WhatsApp, «y nosotros lo demostramos en una transmisión que hago todos los días por redes sociales, lo presenté públicamente, es un disco que tiene una caratula que muestra un espía y demás y eso cuesta 100 pesos, es exactamente el mismo mecanismo que dijeron estos colegas que dicen haber sido espiados».

Asimismo, indicó que existen otras pruebas, porque en la conferencia de prensa de los periodistas y activistas, atrás de ellos hay unos banners con la identidad gráfica de gobierno espía, «en mi oficina y en mi aliado periodístico se mandó a preguntar cuánto tarda en elaborarse esas mamparas con esos banners y con esa identidad gráfica y nos dijeron todos, buscamos a tres empresas, que entre 12 y 15 horas en promedio y obviamente de las siete de la mañana que conoció la información The New York Times en México a la una de la tarde que se ofreció la conferencia de prensa había mucho tiempo.

Expuso que la escenografía debió haberse contratado igual, la mañana del sábado o el viernes, «entonces son tres elementos que a mí me deja claro que esto fue, en mi opinión, un montaje porque ya se sabía lo que iba a publicar The New York Times; se prepararon, diseñaron el boletín de la mañana, incluso que sale un poquito después de las 09:00 de la mañana cuando las oficinas que contratan los salones en ese hotel todavía no abrían, ya tenían la identidad gráfica, decía el boletín #gobiernoespía».

Asimismo, indicó, «cómo quejarnos algunos colegas cuando en nuestros espacios hemos hecho público producto del espionaje o sea la señora Aristegui, el señor Carlos Loret y otros, han hecho público material obtenido de espionaje».

En ese sentido dijo Ricardo Alemán que entonces cuál sería el criterio, por ejemplo, para publicar lo de Eva Cadena, la recaudadora, cuál fue el criterio de quién aportó la información, las grabaciones, «me parece que el tema no se queda en una sola parte solamente en un espacio de la autoridad o del Estado mexicano, yo creo que los medios y los periodistas tenemos una corresponsabilidad en cuanto usuarios del material producto de espionaje, entonces me parece que el asunto es muy, muy grande y va mucho más allá».