Los dos periodistas holandeses secuestrados hace una semana en Colombia por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) han sido finalmente entregados la noche de este sábado a una comisión de la Defensoría del Pueblo. Después de un día marcado por informaciones oficiosas y rectificaciones de la organización guerrillera, las autoridades han confirmado la liberación difundiendo imágenes de Derk Johannes Bolt, de 62 años, y Eugenio Ernest Marie Follender, de 58, Los reporteros desaparecieron en el casco urbano de El Tarra, un municipio de la región del Catacumbo, en el departamento Norte de Santander. Se trata de la misma zona cerca de la frontera con Venezuela donde hace un año fue secuestrada la corresponsal de El Mundo Salud Hernández-Mora.
El grupo insurgente, el más organizado y activo del país tras la desmovilización de las FARC, se encuentra en pleno proceso de diálogo con el Gobierno de Juan Manuel Santos para tratar de negociar un cese al fuego. Había anunciado al mediodía la liberación de los informadores, pero horas después negó esa circunstancia alegando un error de su radio oficial. Desde el momento de la retención, el pasado sábado, la comunicación entre los distintos frentes de esa guerrilla evidenció fallos de coordinación. El mando central del ELN tardó tres días en verificar lo que califica de “arresto” y el jueves finalmente confirmó que tenía a los dos periodistas. “Derk Bolt y Eugenio Follender se encuentran en buen estado de salud y serán liberados”, afirmó.
En zona rural del Catatumbo acaban de ser entregados por parte del ELN a una Comisión de la @DefensoriaCol los dos periodistas holandeses. pic.twitter.com/okNyB4yapv
— Defensoría del Pueblo (@DefensoriaCol) 24 de junio de 2017
Los dos enviados del programa Spoorloos de la emisora pública de Holanda Kro-Ncrv, presentado por Bolt, ayuda a las personas adoptadas en ese país a encontrar sus padres biológicos por el mundo. Ese era el objetivo de su viaje a esa aldea colombiana, ubicada en una de las regiones más olvidadas por las autoridades. El Catatumbo sigue siendo un corredor estratégico para los grupos armados todavía activos como el mismo ELN o el Ejército Popular de Liberación, también conocido como Los Pelusos y relacionado con mafias y bandas de narcotraficantes.
Las fuerzas de seguridad apuntaron a miembros del llamado Frente Héctor, enviaron un avión del ejército del aíre para el reconocimiento de la zona y ordenaron “el ingreso al área de tropas con capacidades de operaciones especiales para implementar un cordón humanitario”. Fuentes de la guerrilla justificaron que en esos municipios, donde se instaló hace más de medio siglo, «la posibilidad de efectuar privaciones temporales de la libertad a personas desconocidas y ajenas a las comunidades se corresponde con una actitud preventiva, de ejercicio de protección y seguridad, natural para cualquier fuerza insurgente».
Las conversaciones entre el Estado y la organización insurgente empezaron formalmente en febrero, pero apenas se han registrado avances. De hecho, una de las razones de máxima fricción entre esta guerrilla y el Gobierno colombiano consiste precisamente en que el ELN no ha abandonado la práctica del secuestro.
Fuente: El País