Colaboración de Carlos Ferreyra
1.- En su extraordinaria ignorancia, Donald Trump, POTUS, President of the United States, como el célebre pollino que sacaba trinos de ruiseñor a la caña que encontró tirada en el pasto, se brincó la barda y porque así le salió de sus aguacates (hoy que están tan caros) y sin decir agua va, abandonó el grupo de países que en 1995 suscribieron la lucha contra el cambio climático.
China y Estados Unidos son las naciones más contaminantes del mundo. El país asiático pretende apropiarse del liderazgo de una lucha de la que no está convencido el mandatario del norte sencillamente porque no cree en el desastre que no sólo se avecina, sino que ya está aquí, como muestra la gráfica en la que un glaciar se desgaja por el aumento de la temperatura ambiente.
La flauta que quizá ni siquiera sabe que encontró es que el acuerdo es de aplicación voluntaria. Y Trump no la tiene, además de que es otra forma de mantenerse en primera línea en los medios de todo el mundo y de escandalizar a quienes lo han criticado por muchas otras razones; de canalizar su odio a la canciller alemana, Ángela Dorothea Merkel junto a la que se vio tan pequeño que nunca la perdonará. Los ganones, por ahora, los chinos que asumirán la cabeza del grupo.
2.- De Morelia nos llega la información, gracias a esa extraordinaria periodista Camila Cienfuegos, que el indescriptible gobernador monterrelleno, El Bronco, logró la aprobación de una ley por la que se considerará legítima defensa la muerte de quien ingrese a un domicilio sin autorización.
Entiendo que se trata de una ley de tipo federal y además constitucional, por lo que el personaje extraído de una película de Sergio Leone, El bueno, el malo y el feo, por ejemplo, no podrá empatarnos con las laxas reglas de Texas. Todo habitante de Nuevo León podrá poseer un arma y usarla contra el cuate le caiga mal y al que llevará a su casa, le dará chicharrón y luego dirá que se metió sin permiso.
La noticia llamó la atención en Michoacán porque es tradicional la posesión de armas de todo calibre en las casas. Ya se vio cuando el encomendero Alfredo Castillo recibió la provincia de Mechuacan y sus macehuales, que al armarse las primeras guardias civiles contra los narcos, se registraron 35 mil sujetos con pertrechos de todo calibre.
La situación no ha cambiado mucho: el gobernador Silvano Aureoles Conejo, se reunió a comer en tragadero gachupín de precio alto, con su émulo, amigo y correligionario morelense, Graco Ramírez Garrido Abreu, nativo y criado en Tabasco pero bueno, así es la política: les quitamos al Grajo y nos mandan al Peje. Cuestión de animalitos.
A la hora de los coñaques, informaron a don Conejo del secuestro de un periodista, del que por cierto no se sabe nada; del bloqueo de 29 carreteras con igual número de vehículos incendiados e incontables más saqueados y su mercancía robada, especialmente cocas pa’las cubas y chelas pa’la calor.
No abandonaba el comedero y se enteró del asesinato de nueve jornaleros del aguacate, el novedoso oro verde; y la versión de que el escenario del crimen era terrenito de La Tuta. O sea, no toquen sus intereses porque el castigo será muy duro. Y no precisamente contra los actuales dueños del aguacatal sino los trabajadores.
¿Recuerdan que igual número de trabajadores fue asesinado en Guerrero cuando iba de vacaciones a Acapulco? Eran limoneros y al parecer enemigos de La Tuta o de sus negocios. Nunca se aclaró, naturalmente.
3.- En Jalisco el sorprendente legislador independiente, Pedro Kumamoto, logra imponer una ley por la que los partidos reciban un financiamiento acorde con el número de votos captados en la más reciente elección.
Algo así como no hay votos, no hay dinero. Kumamoto igualmente lucha porque se supriman los toros de regalo, esto es, los diputados que llegan sin captar una sola boleta en las urnas, nada más porque a su partido se le ocurrió, o el dueño de la franquicia así lo decide.
Los congresos estatales y aún el Federal se han convertido en clubes de cómplices y familiares. Claro, con las mismas figuras impresentables que, para mayor inri, ni siquiera logran aprender a legislar, de allí que la contratación de asesores haya crecido exponencialmente hasta superar en tres a uno a los dizque representantes populares.
La euforia que levantaron las iniciativas del buen Pedro, más tardó en presentarlas que un chinacate que tiene añísimos enchufado en las consejerías del INE, IFE o como se les ocurra la siguiente lorenzada, buscó y encontró los impedimentos: se trata de leyes constitucionales que sólo pueden modificarse mediante el respectivo procedimiento legislativo.
Kumamoto y los demás que vimos una ventanita por la que podría colarse un rayito de sol, y no de esperanza, fuimos desinflados por una realidad real: los partidos políticos no iban a arriesgarse a perder la fuente de riqueza de todos sus mangoneadores. La lana seguirá y sólo una controversia, otra más, constitucional con intervención de los momios de la Tremenda Corte, podrá resolverlo.
Pero créanlo, nunca será en beneficio del pueblo. También cuidan el suculento huesito.