Con mucho de perversidad y algo de soberbia, las autoridades de la CDMX tratan de convencernos que la capital del país está vacunada contra el crimen organizado; que somos el ombligo de Méxic0, sede de los poderes federales, vanguardista y progresista, cosmopolita y pujante.
Pues resulta que no…
La delincuencia, organizada y no, opera extorsiones, cobro de derecho de piso, robo a cuentahabientes en el interior de sucursales bancarias, asaltos a comercios, robo a casa habitación, de vehículos, narcomenudeo, homicidio (culposo y doloso) o violaciones; venganzas y riñas cotizan al alza.
Zonas seguras, hasta hace no mucho, se han transformado en bocas de lobo. El bullicio de colonias de moda como la Roma o la Condesa ha mutado en temor y terror.
Salir a cenar a un restaurante puede significar jugarse la vida; instalar un comercio, en un desafío a la delincuencia organizada que, según las autoridades locales aquí no opera, cuando en realidad frecuencia y gama de delitos se incrementan al mismo ritmo que la impunidad.
La “nota roja” de los medios de comunicación coincide con los números revelados en el informe de Incidencia Delictiva en la Ciudad de México, del Observatorio Nacional Ciudadano, ONG a cargo del consejero Francisco Rivas.
El reporte, basado en estadísticas oficiales de la Procuraduría de Justicia de la CDMX, es creíble y contundente.
Fíjese bien…
En los primeros cuatro meses del año, el robo a transeúnte aumentó 38%; homicidio culposo, 22% (100% en Cuajimalpa; 56% en Coyoacán); homicidio doloso, 16%.
La CDMX ocupa el segundo lugar en robo a transeúntes, el tercero en atraco a negocios, y el cuarto en robo con violencia. Los asaltos a casa habitación se han incrementado en 13 de las 16 delegaciones.
«La delegación Cuauhtémoc está viviendo una indudable crisis de violencia (…) muestra el mayor crecimiento en delitos de alto impacto; la Benito Juárez es primer lugar en robo a casa habitación y a negocio; Azcapotzalco encabeza el robo a vehículos; Venustiano Carranza, arriba el homicidio culposo», subraya Francisco Rivas, alejado de toda corrección política.
Ante este panorama de horror, el Jefe de Gobierno de la CDMX subraya la laxitud del nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio como causa del repunte de la violencia. Miguel Ángel Mancera, doctor en derecho, asegura que el nuevo método de impartición de justicia es “hipergarantista”, perjudicando a ciudadanos que denuncien un delito al colocarlos en la disyuntiva de confrontarse de nuevo con el inculpado, beneficiando al infractor en aras del llamado “debido proceso”.
En sentido opuesto, Francisco Rivas, señala que el aumento de la inseguridad es producto de la ineficacia de las autoridades y no del nuevo marco jurídico.
Como sea, si usted cae en las garras del delito, vaya y proteste contra el Sistema de Justicia Penal Acusatorio, porque en la cúpula del gobierno de la CDMX no se admiten reclamaciones.
EL MONJE JURÍDICO: El nuevo sistema penal ha permitido que 12 mil delincuentes que estaban en las cárceles anden “sueltos” en las calles; 3 mil más saldrán para fin de año. Cuando Mancera llegó como Jefe de Gobierno, había 42 mil delincuentes encarcelados, con el nuevo esquema, que permite el amaño de algunos abogados que aprovechan los huecos de la ley para beneficiar a verdaderos criminales, quedan 29 mil. Eso explica el incremento de la inseguridad en la CDMX, justifica Mancera; demanda al Congreso revisar y reformar la ley para brindar certeza jurídica a las víctimas, en primerísimo lugar.