En la quinta temporada de la exitosa y premiada «House of Cards» Frank Underwood, el nuevo presidente de los Estados Unidos, buscará el poder político absoluto. Y encontrará la peor oposición donde menos se lo espera.
Francis Underwood (Kevin Spacey) es un negociador hábil que aseguró elecciones ajenas a cambio de cargos en el gabinete del gobierno estadounidense, y que respondió con saña a lo que consideró una deslealtad.
Su esposa, Claire Underwood (Robin Wrigth) es directora de una fundación, pero navega las aguas de la política con una habilidad muy adecuada para Frank. Pronto el ámbito de la caridad le resulta estrecho y despliega sus ambiciones. Pero el límite que encuentra —ser la presencia agraciada al lado del gran hombre— no le conviene.
El universo del lobby, la financiación de la política, el papel de la prensa, la hipocresía en las relaciones internacionales, el terrorismo y la amenaza tecnológica son algunos de los temas que la serie que creó Beau Willimon, sobre la base de una historia de BBC que transcurría entre tories y whigs y entre el Parlamento británico y 10 Downing Street.
La quinta temporada muestra a los personajes Frank y Claire en el centro del poder político. Pero las elecciones permiten un solo candidato a la presidencia, así que se verá si los Underwood deciden destruirse mutuamente o completan una negociación sin escrúpulos.
Acompañan al ganador de dos Oscars, Spacey, y a Wright, algunos de los actores más recordados de las temporadas anteriores: Michael Kelly como Doug Stamper, el perverso y fiel jefe de personal de Frank; Paul Sparks como Tom Yates, el ex amante de Claire; Kate Mara (Fantastic Four) en el papel de Zoe Barnes; Neve Campbell como el consejero de Claire, Leann Harvey, y Rachel Brosnahan en el papel de Rachel Posner.
Fuente: Infobae
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