La viuda del fallecido dictador chileno, Augusto Pinochet, recibe mensualmente una pensión de tres millones de pesos chilenos (unos 4.600 dólares), según un informe oficial a la que accedió el diario ‘La Tercera’.
Lucía Hiriart Rodríguez, viuda de Pinochet, cobra ese monto, correspondiente a la pensión de retiro de su esposo desde el 10 de diciembre de 2006, fecha de muerte del ex comandante del ejército que participara en el golpe que derrocó al presidente Salvador Allende, en 1973, y que asumiera el mando de la junta militar, posteriormente.
La data fue solicitada por el diario ‘La Tercera’ a la Caja de Previsión de la Defensa Nacional (Capredena), institución a cargo de las jubilaciones de los miembros de las Fuerzas Armadas, que también proporcionó el monto de la pensión por invalidez del hijo del dictador, Augusto Pinochet Hiriar, quien percibe 461.000 pesos (unos 688 dólares).
Esta información se conoció luego de que el pasado jueves se publicara una lista con el nombre de 95 generales retirados y exoficiales condenados por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura pinochetista en Chile que reciben pensiones mensuales de un promedio de 4.700 dólares.
El ex fiscal militar Juan Fernando Torres Silva, se ubica de primero en el listado con una jubilación que corresponde a unos 4.865 dólares. Torres Silva cumple una pena de 10 años por el homicidio de Eugenio Berríos, ex químico de la Dirección Nacional de Inteligencia (Dina), ocurrido en 1991, según ‘La Tercera’.
El diputado del Partido Socialista de Chile y presidente de la comisión que investiga las llamadas ‘pensiones millonarias’, Leonardo Soto, calificó como «inaceptable» que el hijo de Pinochet «goce de un beneficio previsional que genera pensiones inalcanzables para la gran mayoría de los chilenos», según ‘El Desconcierto’.
La media de pensiones por jubilación en Chile corresponde a unos 670 dólares mensuales. Los chilenos han realizado protestas multitudinarias en rechazo al sistema de actual de seguridad social, instaurado en la dictadura, y caracterizado por el ahorro en un fondo privado que según ellos no es equitativo ni reconoce el esfuerzo laboral.
El legislador considera que las altos montos que perciben los jubilados del sector militar «dan cuenta de un claro espacio para la manipulación del sistema previsional de las Fuerzas Armadas, a través de prácticas que se remontan a los tiempos de la dictadura».
El parlamentario socialista ha señalado también que aproximadamente una decena de presos por violaciones a los derechos humanos han incrementado entre 20 y 30% el dinero que perciben por el cese de sus funciones bajo el argumento de padecer estrés postraumático, luego de formar parte de los organismos de seguridad represores, informa ‘Cooperativa.cl’.
«Nos parece que es una verdadera vergüenza que personas resulten beneficiadas, con pensiones incluso superiores al resto, por esta misma causal: invocando la misma comisión de delitos por los cuales están condenados», afirma Soto.
Según el abogado de casos de lesa humanidad, Nelson Caucoto, entrevistado por ‘La Tercera’, «ser violador de derechos humanos no impide mantener la pensión» debido a que en su opinión no puede afectarse a las familias de los presos por esos delitos.
Caucoto considera que la clave se encuentra en que en Chile no existe un sistema de degradación militar y que «ellos debieran perder sus cargos, porque mientras más jerarquía ostentan, más pensión reciben”.
Actualmente existen dos proyectos de ley que reposan desde hace siete años en el parlamento chileno para degradar los rangos militares de los condenados por violaciones de los derechos humanos durante la dictadura pinochetista, publicó ‘El Desconcierto’.
Fuente: RT