El primer ministro japonés, Shinzo Abe, afirmó que el misil balístico lanzado sobre el Mar de Japón por Corea del Norte, el segundo en una semana, es un «desafío al mundo» que “pisotea los esfuerzos de la comunidad internacional hacia una solución pacífica» en la península coreana.
De acuerdo con el ministro japonés de Defensa, Tomomi Inada, el misil cayó a unos 400 kilómetros de las islas de Oki, en el mar de Japón y a unos 700 de la península de Oga en la Prefectura de Akita, tras alcanzar una altitud de cerca de 560 kilómetros.
En declaraciones a la prensa al término de una reunión de seguridad de emergencia, tras el nuevo lanzamiento norcoreano, Abe consideró urgente frenar las insistentes provocaciones de Corea del Norte, las cuales, adelantó, examinaría esta semana en Italia con el Grupo de los Siete (G-7).
El primer ministro japonés dijo que quiere enviar un mensaje claro acerca de la provocación de Corea del Norte ante sus socios del G-7. “Me gustaría tener una discusión exhaustiva sobre esto en la Cumbre del G-7″, indicó.
Japón trabajará en estrecha colaboración con Estados Unidos y Corea del Sur, así como sus aliados, China y Rusia, para hacer frente a la amenaza de las acciones de Corea del Norte, añadió Abe, citado por la agencia estatal de noticias Kyodo.
El jefe de gobierno japonés ordenó a su gobierno recabar la información necesaria, tan pronto como sea posible, para garantizar la seguridad de sus aviones y buques, y tomar medidas apropiadas para prepararse a otras “contingencias”, destacó el reporte informativo.
«Simplemente no podemos tolerar repetidos actos de provocación por parte de Corea del Norte», afirmó, por su parte, el secretario del gabinete, Yoshihide Suga, tras confirmar que Japón emitió inmediatamente una protesta oficial a Corea del Norte sobre la nueva prueba.
Suga aseguró que la nueva prueba no causó ningún daño y que se examina qué tipo de misil fue lanzado, aunque descartó por completo que se haya tratado de un misil balístico intercontinental.
El ministro japonés de Defensa desestimó el alcance de la nueva prueba norcoreana y afirmó que su altura fue «nada excepcional», ya que quedó por debajo de los mil kilómetros, a la mitad del misil lanzado el 14 de mayo por el régimen nocoreano, que alcanzó una altitud por encima de los dos mil kilómetros.
En un comunicado, el gobierno de Corea del sur también condenó enérgicamente el comportamiento de Corea del Norte, que calificó de “imprudente e irresponsable”, según la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
«La provocación de Corea del Norte es un ‘acto imprudente e irresponsable’ que acaba con las expectativas y las aspiraciones para la paz y la desnuclearización de la península de Corea que tiene la comunidad internacional», destacó Cho junio-hyuck, portavoz del Ministerio surcoreano de Relaciones Exteriores.
Cho reveló que el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, pidió una «respuesta firme» a los misiles de Corea del Norte e instruyó al gobierno a verificar qué tipo de misil fue probado y todos los detalles de la prueba de este domingo.
Fuente: El Financiero
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