Miles de venezolanos se concentraban para marchar, unos a favor y otros en contra del Gobierno socialista de Nicolás Maduro, en una jornada que marca un mes de protestas que han cobrado la vida de 29 personas.
Celebrando el Día Internacional de los Trabajadores, los simpatizantes de Maduro se reunían en diferentes ciudades del país petrolero para agradecerle al mandatario, un exlíder sindical, por su lucha a favor de la clase obrera y por los aumentos salariales que buscan compensar la elevada inflación.
En la otra esquina, miles de opositores se apiñaban, en Caracas y otros puntos del país, para criticar el reciente incremento del sueldo mínimo por considerar que traerá más inflación y en reclamo a lo que aseguran es una «dictadura» que apresa a la disidencia y cercena las libertades.
Desde allí, y desde otros dos puntos de la ciudad, los manifestantes pro Gobierno vestidos de rojo, en su mayoría trabajadores públicos, marchará hasta el centro de Caracas, donde Maduro dará un discurso.
En el este de Caracas, sin embargo, la algarabía oficialista contrastaba fuertemente con la desazón de cientos de opositores que cumplían un mes en las calles reclamando por elecciones adelantadas, independencia de poderes, liberación de «presos políticos» y la apertura de un canal humanitario que atenúe la escasez de medicinas y alimentos.
La oposición ha dicho que seguirá en las calles, ya que asegura que la salida de Maduro es la única forma de revertir la grave crisis económica que atraviesa el país con las mayores reservas de petróleo del mundo. Maduro, por su parte, acusa a sus adversarios de intentar un golpe de Estado en su contra.
Fuente: El Financiero