El mundo de Internet se ha convertido en uno de los principales focos de atención para las autoridades de Competencia. La Comisión Europea ha impuesto este jueves una multa de 110 millones de euros a Facebook por proporcionarle información «incorrecta o engañosa». Se trata de la cantidad más elevada fijada nunca por Bruselas en un caso de fusiones, según un portavoz comunitario. Los datos engañosos se comunicaron durante la investigación que la Comisión abrió a la red social en 2014 para determinar si la adquisición que hizo de Whatsapp vulneraba el libre mercado. El Ejecutivo comunitario autorizó la operación, que ascendió a 13.800 millones de euros y que no queda revertida por la multa de hoy.
«La decisión envía una señal clara a las empresas para que cumplan con todos los aspectos de las normas de fusiones de la UE, incluida la obligación de proporcionar información correcta. Impone una multa proporcionada y disuasoria a Facebook», señaló en un comunicado la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager. Es la primera vez que Bruselas hace uso de esta herramienta sancionadora, que permite desde 2004 penalizar a una compañía con hasta un 1% de sus ingresos anuales por ofrecer datos falsos a las autoridades de Competencia. La Comisión opta por una vía intermedia, con una multa que queda en algo menos de la mitad de ese tope máximo, tomando como referencia las cuentas de la compañía en 2016. Para el cálculo, Bruselas emplea los últimos datos disponibles, no los del año de la operación bajo la lupa.
Cuando analizaba la compra de Whatsapp por parte de Facebook, la Comisión preguntó al gigante de las redes sociales si técnicamente podía vincular las cuentas de los clientes que dispusieran de perfiles en ambos servicios. Facebook respondió que no, pero dos años más tarde, en agosto de 2016, anunció esa novedad para sus clientes. Bruselas considera que la firma ocultó deliberadamente esa información para no obstaculizar la compra. «La posibilidad técnica de vincular las identidades de los usuarios de Facebook y Whatsapp ya existía en 2014 y el personal de Facebook era consciente», critica la Comisión, que considera esa actitud «como mínimo, negligente».
Fuente: El País