El salario mínimo en México ha registrado una caída del 67 por ciento en los últimos 40 años de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), ante ello el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, convocó a un nuevo consenso económico para México.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional del Trabajo, Mancera Espinosa, hizo un llamado para incrementar en 92.41 pesos el salario mínimo para evitar que en el país, la brecha de pobreza siga en aumento.
Ante representantes del sector académico, sindical y empresarial de la capital, calificó de penosa la situación que impera en el salario de los trabajadores e indicó que pese a lo que se ha expresado es posible aumentar las remuneraciones de los mexicanos sin causar inflación.
Prueba de ello dijo es que los empleados de la administración capitalina hoy son los que mejores retribuciones y prestaciones salariales tienen y a la par se ha podido generar riqueza en la ciudad.
Recordó que este año el crecimiento económico en México será de tan sólo el 2 por ciento, lo que ha demostrado subrayó, que este sexenio ha tenido el crecimiento más pobre de todo el Siglo XXI.
Mencionó que únicamente con el fortalecimiento del mercado interno se podrá hacer frente a los embates del exterior, una política redistributiva es indispensable e inaplazable, aseguró.
Apuntó que es momento de romper con la estrechez de mira de quienes creen que contener el salario es la opción.
Por su parte Eduardo Vega, presidente del Consejo Económico y Social de la Ciudad de México indicó que el incremento del salario mínimo es factible además de que es un asunto ético que se debe de atender cuanto antes.
Comentó que el 46 por ciento de la población en el país vive en pobreza, ya que estar empleado no es garantía de una mejor vida debido a que no cuentan con un ingreso digno.
Dijo que es urgente luchar para que los salarios no se erosionen más y los trabajos no sean precarios.
Señaló que del total de la población económicamente activa el 57 por ciento, aproximadamente 30 millones de hombres y mujeres, laboran en la informalidad, en situación de vulnerabilidad e incertidumbre, a causa de remuneraciones oscilantes y sin prestaciones.
Fuente: Excélsior