Las fuerzas de seguridad italianas cargaron hoy contra grupos de manifestantes de extrema izquierda que protestaban contra la cumbre del G7 que concluyó hoy en la ciudad siciliana de Taormina.
Los manifestantes, alrededor de mil según medios locales, pasaban por una estrecha calle de la zona de Giardini Naxos, próxima a Taormina, que ha permanecido blindada durante el G7, hasta que se encontraron con los agentes, momento en el que empezaron los enfrentamientos en los que se emplearon gases lacrimógenos.
Los manifestantes, algunos con el rostro cubierto y que portaban banderas con símbolos comunistas, respondieron a los agentes con el lanzamiento de piedras y entonando cánticos contra ellos.
El enfrentamiento se produjo al parecer al intentar cruzar la zona de seguridad que los antidisturbios custodiaban por el G7 ya que la manifestación debía haber concluido 500 metros antes.
Muchos de los manifestantes abandonaron la marcha al registrarse los choques y un grupo mucho más reducido se encaró en varias ocasiones con los agentes, que impedían la llegada a los accesos a Taormina, completamente blindada hasta mañana por la cumbre.
La zona presentaba desde primera hora de la mañana una elevada presencia policial, con cientos de agentes desplegados, ya que la protesta había sido anunciada con antelación.
La tensión era notable ya desde antes del comienzo de la cumbre, el viernes, hasta el punto de que muchas personas habían tapado con tablones de madera las puertas y ventanas de sus casas y negocios para evitar que fueran dañadas durante la protesta.
El municipio siciliano de Taormina (sur de Italia) ha acogido este viernes y sábado la cumbre del G7 y lo ha hecho envuelta de un potente dispositivo de seguridad, con casi 10.000 agentes custodiando sus calles e inmediaciones.
A la cumbre asistieron los líderes de las siete democracias más industrializadas del planeta: la canciller alemana, Angela Merkel; el primer ministro canadiense, Justin Trudeau; el presidente estadounidense, Donald Trump; el francés, Emmanuel Macron, y los primeros ministros de Italia, Japón y Reino Unido, Paolo Gentiloni, Shinzo Abe y Theresa May, respectivamente.
Fuente: Crónica