La telaraña ibérica

Publicado por
José Cárdenas
POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia
Es una realidad incontestable: España construye cada vez más infraestructura en América Latina, la denominada Marca España ha llegado a vertebrar una red de ingeniería que hoy en día está presente en casi todos los países de la región.
El catalogado “desembarco” acontecido a inicios de la década de 1990 sobre todo en el sector financiero no nada más en Argentina sino también en México y luego extendido, poco a poco, como mancha voraz por “las américas”, ha sido precedido por otros titanes ligados a otros ámbitos.
Hay capital español en los cables de las líneas telefónicas latinoamericanas, en la médula del sistema de pagos, lo hay en la conectividad urbana, en las entrañas del gas y del agua; así como en las autovías, el metro, las nuevas líneas de tren; los aeropuertos, la edificación de exclusas e igualmente en obra privada inmobiliaria.
Y van a por más. De acuerdo con información del Ministerio de Exteriores, las multinacionales ibéricas participan en diversos proyectos de enorme calado hidráulico y de ingeniería urbana en 85 países de los cinco continentes.
Prácticamente, España es el corazón del 40% de las principales concesiones de transportes a nivel global, pero además tiene importante presencia en: 1) Gestión de infraestructuras de transporte aéreo; 2) Aeroportuario y terrestre; 3) Infraestructuras ferroviarias y construcción de obra civil.
El volumen de cartera gestionado por las empresas españolas en proyectos internacionales, según datos proporcionados por el Ministerio de Exteriores, supera los 74 mil millones de euros. “El 82% de la cartera de proyectos de nuestras compañías está formado por contratos en el extranjero”, afirma la dependencia oficial.
Esa diversificación plus ultra de la Marca España permitió que el golpetazo de la larga crisis económica desatada desde finales de 2007 y en despegue a partir del año siguiente, fuera menos ácida en determinados corporativos porque sus ingresos provenientes sobre todo de América Latina les permitieron compensar las pérdidas internas padecidas por el parón de la obra inmobiliaria así como de la obra pública en casi todas partes de la geografía española.
A COLACIÓN
Latinoamérica es un bastión fundamental para dichas multinacionales ligadas a la construcción y la ingeniería, dos principalmente: México y Brasil, aunque sus tentáculos obviamente desparraman en Centroamérica y Sudamérica.
Y todo apunta que Estados Unidos se terminará constituyendo en otro foco concéntrico para sus inversiones porque, desde la pasada administración encabezada por Barack Obama, se tiene el proyecto de modernizar la extensa red ferroviaria de la Unión Americana.
Realmente resulta chocante que la todavía primera economía del mundo no cuente con una moderna red de trenes, la idea de Obama de desempolvar Amtrak y apostarle a la alta velocidad tal parece que empezará a verse cristalizada.
El pasado mes de febrero, Renfe Operadora, optó por participar en la licitación convocada por California para “elegir a un operador que se encargue, en una primera fase, de preparar a la compañía para comenzar la prestación del servicio de alta velocidad a partir de 2025”.
La empresa pública española tiene certificada experiencia en el tema, la alta velocidad ha sido exitosa en España, aunque de vez en cuando le llueva críticas porque las vías pasan por ciudades cuya densidad habitacional no moviliza un enorme cupo de pasajeros en dichos focos muy localizados. Pero es que no hay de otra forma para enlazar la orografía en materia de vías de comunicación.
Lo de California es la obra más significativa de los últimos años tiene un costo estimado entre 56 mil millones a 75 mil millones de euros; de obtener la licitación convocada por la High Speed Authority, Renfe (depende del Ministerio de Fomento) lograría hacerse con una ganancia por 32.7 millones de euros.
En cuanto a empresas privadas, estos días Comsa Corporación se adjudicó cuatro proyectos sobresalientes en Argentina: se trata de la modernización de las vías del ferrocarril que pasan por Santa Fe, Salta y Chaco; un rediseño que le llevará a ganar 23 millones de euros.
El segundo grupo español no cotizado en el sector de las infraestructuras también tiene presencia en México, se encargó de la rehabilitación de la Línea 12 del Metro de Ciudad de México y ya lo hizo con la Línea 1 con su mantenimiento.
*Puedes opinar en http://claudialunapalencia.blogspot.com.es economista experta en periodismo económico, geoeconomía y análisis internacional
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José Cárdenas