Las historias nuevas no existen, ya se trate de un triángulo amoroso de Shakespeare o de pilotos de aviones de combate que juegan al vóley en la playa con pantalón vaquero para matar el tiempo entre vuelos.
Hollywood, siempre dispuesto a sacar provecho de los éxitos pasados, está preparando una remake de ?Top Gun? de la que corren rumores desde hace rato. Al menos eso es lo que prometió esta semana el galán de la Guerra Fría y productor Tom Cruise. «Decididamente se va a hacer», dijo.
El film original, el bildungsroman de un piloto estadounidense inconformista con la señal distintiva Maverick, dominó la taquilla de 1986. La película recaudó US$177 millones y le dio a Paramount cuatro nominaciones al Oscar antes de instalarse en un largo y redituable retiro en los videoclubes y, hasta hace poco, en Netflix.
Llegado 2017, Rusia parece ser un rival de Estados Unidos nuevamente, los aviones de combate siguen teniendo mucha onda y Cruise es aún un héroe de acción.
Pero las versiones actualizadas rara vez funcionan tan bien como Hollywood quisiera. Es una paradoja de la narración: los mejores cuentos se repiten, pero son los más difíciles de volver a contar. Aun cuando haya poco riesgo en el reciclaje de una vieja historia, rara vez se logra una buena recompensa.
Examinamos nueve remakes recientes de éxitos de taquilla de los años 80 y descubrimos que, después de ajustar por inflación, ganaban en promedio aproximadamente la mitad que las versiones originales en los cines nacionales. La remake 2016 de Sony de ?Los cazafantasmas? ganó menos de la cuarta parte del original de 1984, por ejemplo.
¿Por qué los resultados son tan mediocres? Era más fácil hacer una película de éxito en la década de 1980. Para empezar, las probabilidades eran mucho más altas. El año pasado, llegaron a las pantallas estadounidenses 735 películas, frente a 451 en 1986, de acuerdo con Box Office Mojo de IMDB. Maverick sólo tenía que derrotar a ?Cocodrilo Dundee? para quedarse con el primer puesto en aquellas épocas. (Hasta ?Regreso a la escuela? de Rodney Dangerfield estuvo entre las diez primeras.)
Las películas de acción de calidad eran una empresa más costosa en la época anterior a los efectos digitales, lo que significaba que la verdadera competencia entre superproducciones era poco frecuente. «Top Gun» tuvo que pagarle al Pentágono para tener fotografía realista en vuelo. Hoy día, incluso las películas de cine arte pueden estar llenas de impresionantes secuencias de acción.
Cuando una película de acción se queda con la corona de taquilla en el Hollywood de hoy, su secuela puede tardar tres años, no tres décadas.
Fuente: Economíahoy