El presidente estadunidense Donald Trump sostuvo un apretón de manos con su homólogo francés Emmanuel Macron tan extendido que los nudillos empezaron a empalidecerse.
En Bruselas, donde ambos asisten a una cumbre de la OTAN, Trump y Macron estuvieron estrechándose la mano varios segundos. En un momento el mandatario estadunidense quiso poner fin al saludo, pero el líder francés no lo soltaba. Ambos gobernantes reflejaban tensión en sus rostros.
Trump se considera “fóbico a los gérmenes” y dice que los apretones de mano de son una “barbarie”. En su libro «The Art of the Comeback» publicado en 1997, escribió que “muchas veces he considerado la posibilidad de sacar anuncios de los diarios pidiendo que los apretones de mano queden prohibidos”.
La aversión pareció mitigarse un poco durante la campaña electoral. En estos días Trump ha emprendido un extenso viaje al exterior y ha tenido que darle la mano a líderes israelíes y árabes e incluso al papa Francisco.
Macron ganó las elecciones en Francia proyectándose como el polo opuesto de Trump, partidario de la globalización y las fronteras abiertas, y expresándose con un lenguaje elocuente y culto.
Sin embargo, como alguien de 39 años de edad que nunca ha tenido un cargo electo, era obvio que Macron estaba emocionado de poder conocer en persona al presidente estadounidense.
Fuente: Excélsior