Primero y diez
Por Bolívar Roblero
Durante 3 mil años los restos del Faraón Tutankamon permanecieron sin ser perturbados, sin embargo en el año de 1922 el egiptólogo inglés Howard Carter descubrió en el Valle de los Reyes, la Tumba del faraón niño, y convenció al millonario Británico Lord Carnarvon que financiara los trabajos de exploración del entierro.
El 26 de noviembre de ese año, finalmente se logró llegar a las primeras cámaras de la Tumba, Carter introdujo la mitad de su cuerpo por un agujero practicado en la lápida e iluminado con una vela, pudo percibir la magnificencia del mausoleo: “esto es simplemente maravilloso” dijo el arqueólogo al contemplar la serie de tesoros con las que había sido enterrado Tutankamon.
Semanas después de penetrar en la tumba comenzó una pesadilla, para los presentes durante la apertura de este entierro, cuenta la leyenda negra que el mismo día que fue abierta la cripta, una cobra real, penetró en la jaula del canario mascota de Carter y lo devoró.
Semanas después tocó el turno a Lord Carnarvon, quien falleció en El Cairo, víctima de la picadura de un mosquito, Herbert hermano del Lord, quien también estuvo presente en la apertura de la cripta, falleció repentinamente al regresar a Londres; Arthur Mace arqueólogo asistente de Carter y quien fuera el que diera el último golpe para derrumbar el muro y poder penetrar en la cámara donde reposaban los restos del Faraón, falleció también sin una explicación coherente; la siguiente víctima de la maldición fue el médico Douglas Reid, quién queriendo escapar del maleficio viajó a Suiza, en donde lo sorprendió la muerte, hijos, sobrinos e incluso parientes lejanos de quienes penetraron aquel noviembre a la tumba continuaron la lista, que llego hasta 30 personas a lo largo de los siguientes años. El único que estuvo presente en la apertura del mausoleo y sobrevivió, fue curiosamente el principal responsable, el arqueólogo Howard Carter, quien eludió 17 años la maldición, viviendo hasta los 65 años.
Una maldición similar se ha tejido en torno a uno de los brillantes más hermosos del mundo: el “Corazón del Mar”, una hermosa piedra azul marino de 45.5 kilates, que curiosamente también es conocido con el irónico nombre del “Diamante de la Esperanza”. La joya estuvo originalmente en la frente de una estatua de la diosa hindú Sita, de dónde fue robada por un sacerdote poco escrupuloso, quien la vendió a un joyero holandés, ambos personajes sufrieron muertes terribles, uno devorado por las fieras y el otro, muerto de frío.
La piedra llegó a manos de un comerciante francés, que lo vendió al Rey Luis XIV, que lo colocó en el centro de su corona, el monarca falleció de gangrena, y heredó la piedra a Luis XV quien no se ocupó de ella, sin embargo al subir al trono Luis XVI el diamante volvió a la circulación, pasando por las manos del monarca, de su esposa María Antonieta e incluso de la amante del rey Madamme Coumont la Force, los monarcas fallecieron en la guillotina y la amante a manos de una turba durante la Revolución. Rodando la piedra, llegó a manos de la Familia Hope en Estados Unidos, en donde provocó quiebras, suicidios y asesinatos. La maldición dicen, se rompió cuando un alma generosa y limpia, la entregó sin recibir nada a cambio, el joyero Harry Wilson, quien donó la hermosa joya al museo Smithsoniano, en donde reposa finalmente en paz.
Por increíble que parezca, la NFL tiene una maldición que si bien no es tan dramática como la de Tutankamon o la del “Diamante de la Esperanza” parece cumplirse inexorablemente año tras año desde 1999, año en que el popular juego de Video Madden, eliminó la imagen del legendario John Madden y comenzó a colocar a jugadores célebres en su portada, a partir de ese momento comenzó la pesadilla: año tras año el jugador que aparece en la presentación del popular juego, sufre algún tipo de percance, ya sea legal, de salud o de otra índole que le impide desarrollar su carrera de la manera tan brillante que lo llevó precisamente a al “Madden”; la primera víctima de la maldición fue el corredor de San Francisco Harrison Hearts, quien apareció en el Madden 1999, ese mismo año el jugador de los 49’s sufrió una fractura que lo marginó de esa y la siguiente temporada, después de ahí, desapareció en el olvido.
Dorsey Levens, corredor de los Empacadores de Green Bay, fue el siguiente: en el 2000 fue la portada del videojuego, y una lesión le impidió jugar todos los partidos de esa temporada, igual que pasara con Hearts, se retiro dos años después de temporadas para el olvido.
Eddie George, corredor de Tennessee, tuvo en el 2000 una de sus mejores temporadas, tanto que lo llevaron a serimagen del “Madden 2001”, sin embargo a partir de entonces comenzó un vertical declive que lo llevó a retirarse ¡2 años después! Dante Culpepper, QB de los Vikingos, fue portada del 2002, pero ese mismo año una lesión de rodilla terminó con su brillante carrera, A estas alturas comenzó a tejerse la idea de la maldición del “Madden” en vista de que 4 brillantes jugadores habían caído presa de esta cábala.
Marshall Faulk de los Rams (en ese entonces de San Luis) y Michael Vick QB de Atlanta, fueron las victimas, los siguientes dos años, perdiéndose las temporadas en que aparecieron en el Madden; Faulk aquejado por las lesiones se retiraría 2 años después y Vick aunque se recuperó nunca volvió a ser el mismo.
¿Coincidencia?… Tal vez, pero siguieron dándose estos casos: Donovan Mc Nabb, QB de Philadelphia, aparece en la edición 2006 del video y en el primer juego de la temporada sufre de una dolorosa lesión que lo margino de los emparrillados. Shaun Alexander de Seattle: fractura en el pie en 2007; En el 2010 aparecieron por primera vez dos jugadores en la portada del famoso juego: Troy Polamalu de Pittsburgh y Larry Fitzgerald de Arizona, la maldición esta vez solo alcanzó a Polamalu, quien salió lesionado en el juego 6 y no regreso el resto de la temporada.
La más reciente víctima de “la Maldición del Madden” fue el ala cerrada de los Patriotas de Nueva Inglaterra, Ron Gronkowski, quien apareció en la portada del Madden 2017 y precisamente en esa temporada el receptor estrella de los Pats salió lesionado, y ya estando fuera, su recuperación se frustró por el recrudecimiento de una lesión anterior, por todo ello, el Gronk tuvo que conformarse con contemplar desde las laterales, como sus compañeros levantaban por quinta ocasión el “Vince Lombardi” en un momento de gloria que el Ala cerrado siempre soñó y no pudo cumplir.
Hoy que está a punto de lanzarse a la venta el Madden 2018, nos enteramos que en la portada aparece Tom Brady, único QB poseedor de 5 anillos de Supertazón, calificado por muchos como el mejor mariscal de campo de todos los tiempos y máximo ganador en postemporada.
La gente levanta la ceja de manera escéptica, y piensa que la próxima no será una buena temporada para el estelar de Nueva Inglaterra, Brady culminó una temporada casi de ensueño en el 2007 (impuso una serie de records, llevó a su equipo a ganar 18 partidos enfila y solamente (¡vaya consuelo!) perdió el Supertazón; al año siguiente cuando todos esperaban ver de vuelta a esa aplanadora, Brady fue lesionado en el primer partido y no volvió a jugar el resto de aquella temporada, ¿Podría repetirse la historia Brady viniendo de un gran año y lesionándose para perderse la temporada siguiente? La Cábala del “Madden” diría que sí; sin embargo del otro lado esta Brady, quien parece desafiar de fijo a la mala fortuna: en Michigan era el quinto QB y trabajó como ninguno para ascender hasta el puesto número uno, en el Draft de 2000, 196 jugadores fueron elegidos antes que él, y sin embargo ninguno de ellos ha alcanzado lo que ha logrado Brady; en 2008 sufrió una ruptura de ligamento cruzado de la rodilla, muchos ya no regresan de ese tipo de lesiones y los que regresan ya no vuelven a ser los mismos, Brady no sólo regreso, sino según los expertos hoy juega mejor que hace 10 años y hablando de la edad, ese el desafió que enfrenta Brady, se acerca a los 40 años, ¡40 años y sigue jugando a tope! Por cierto, es el único jugador de casi 40 que ha aparecido en la portada del Madden.
Hay quienes piensan que esta será una temporada para el olvido para Brady a causa de la maldición del Madden; pero hay otros que opinan que si hay alguien capaz de sobreponerse a la maldición del videojuego, ese no es otro que Thomas Edward Patrick Brady Jr.