Desde el hundimiento de Lehman Brothers, en 2008, la Bolsa de São Paulo no había vivido una jornada de pánico como la de este jueves. Tras las nuevas revelaciones sobre la enorme trama de corrupción política en el país, que han situado en una posición extremadamente delicada al presidente de la República, Michel Temer, el mercado bursátil de la capital financiera brasileña se ha desplomado y ha tenido que suspender las cotizaciones veinte minutos después de su apertura. La suspensión ha durado media hora y las actividades ya se han reanudado, aunque prosiguen las fuertes caídas.
Brasil vive en estado de shock después de que en la noche del miércoles, hora local, el grupo de comunicación O Globo airease la existencia de una grabación en la que el presidente Temer presuntamente autoriza a un empresario a sobornar al expresidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, actualmente en la cárcel condenado por corrupción, para comprar su silencio. La grabación aún no se ha difundido, pero, según la versión de O Globo —desmentida por el presidente pero no por las máximas instancias judiciales del país— el propietario del imperio cárnico JBS, Joesley Batista, le comenta a Temer que está pagando todos los meses a Cunha, y el presidente le responde: «Eso tienes que mantenerlo, ¿vale?». Cunha pertenece, como Temer, al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y jugó un papel primordial, el pasado año, en el proceso de impeachment de la anterior presidenta, Dilma Rousseff.
Tras la conmoción política, la Bolsa de São Paulo abrió a las 10 de la mañana (hora local) — tres de la tarde en el horario central europeo— y veinte minutos después había caído un 10,47%. Al rebasar el límite del 10%, la autoridad bursátil suspendió las cotizaciones durante media hora. Pasado ese tiempo, la actividad se reanudó aunque las caídas continúan bordeando el tope a partir del cual se decreta la suspensión. El mercado entró en pánico ante la posibilidad de que el escándalo derribe a Temer e impida aprobar su programa liberal, por el que tanto han apostado sectores empresariales dentro y fuera del país, que incluye una reforma laboral y un recorte en el sistema de pensiones. De hecho, la Bolsa de São Paulo llevaba seis días de subidas apostando por la inminente aprobación del plan de reformas del Gobierno.
El terremoto político tras las nuevas revelaciones judiciales ha hundido ya al principal aliado político de Temer y del PMDB, el líder del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), Aécio Neves, el candidato que perdió por escaso margen ante la izquierdista Rousseff en las elecciones presidenciales de 2014. El Tribunal Supremo ha decidido esta mañana suspender a Neves en su condición de senador tras las pruebas aportadas por el empresario Batista, y corroboradas por la policía, de los supuestos sobornos entregados al dirigente político. El fiscal general de la República, Rodrigo Janot, llegó a pedir la detención de Neves, pero el Supremo lo ha rechazado por el momento. La policía ha arrestado a una hermana suya implicada en el caso y ha registrado las viviendas del líder del PSDB en las ciudades de Brasilia, Belo Horizonte y Río de Janeiro.
La nueva escalada en las investigaciones judiciales sobre corrupción que sacuden al país desde hace tres años también ha alcanzado al corazón del poder judicial. El fiscal general, Rodrigo Janot, ha apartado a uno de sus colaboradores tras constatar que presuntamente intentó torpedear el acuerdo de colaboración con la justicia suscrito con el empresario Batista, dueño de JBS, una de las diez compañías cárnicas más importantes del mundo.
Temer se ha limitado a emitir un comunicado en el que niega las acusaciones. En una reunión celebrada en la mañana de este jueves con un grupo de parlamentarios se ha declarado víctima de una «conspiración», según ha revelado uno de los asistentes al encuentro.
Fuente: El País
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