El bullying es un fenómeno actual, existe desde hace muchas generaciones. El internet y el uso de las redes sociales han potenciado sus efectos y su alcance, es un reflejo de la violencia y del desarrollo de la sociedad.
La historia de vida de la persona y su familia juegan un rol determinante para desarrollar conductas de riesgo. Los más vulnerables son los adolescentes porque a esa edad pasan por cambios físicos, cognitivos y morales propios del crecimiento, coinciden expertos de la UNAM.
Para Yolanda Bernal Álvarez, psicóloga de la UNAM, el acoso escolar es un fenómeno psicosocial en el que la familia juega un papel fundamental. Su modelo se ha venido transformando, “ya no existe el modelo tradicional de familia, ahora son monoparentales, uniparental, o poliamor. Es un transmisor de valores, y si en la misma familia hay actos violencia, éstos se reproducen”.
Según una encuesta del Inegi, en promedio de lunes a viernes, en los hogares biparentales, las madres conviven con sus hijos seis horas y 26 minutos, mientras que los padres lo hacen cuatro horas con 34 minutos. En los hogares monoparentales, el tiempo de convivencia es de cinco horas 52 minutos en el caso de las madres, y de cinco horas 12 minutos en el caso de los padres. Cabe mencionar que de las actividades entre padres e hijos, leer un libro o practicar algún deporte son las menos frecuentes.
Otro factor que influye para caer en casos de bulliyng son los bajos niveles de disciplina en casa, derivado de ese descuido familiar, y en las escuelas, por el empoderamiento de los niños sobre sus maestros.
Pero el factor más importante son los medios de comunicación, donde las redes sociales han cobrado importancia en las relaciones sociales, el aparato digital se convierte en un espejo que puede que no esté reflejando su imagen fiel pero ahí puede fingir, señala Yolanda Bernal.
Actualmente la información que circula en los medios es violenta, pero se está normalizando esa violencia, “a la sociedad ya no le interesa su prójimo, nos estamos acostumbrando a la violencia diaria, y ganar likes y retuits por subir el video de una pelea, es lo que da popularidad entre los chicos”, indica Francisco Martínez León, Jefe del programa Call Center UNAM.
El alcance de los abusos es mayor debido a las redes sociales: “la viralidad de fotos y videos ejerce presión en los jóvenes, un acto de burla o violencia llega a más personas”, afirma Concepción Zamora, Maestra en Psicología por la UNAM.
Martínez León concluye que “en el momento en que para ti mismo lo que hace la otra persona no te gusta hay que decir no, no tenemos que llegar a soportar un acoso más grande. Una mala interpretación de la realidad puede llevar a situaciones más graves”.
Fuente: MVS