Barron Trump, el hijo de Donald y Melania Trump, cursará sus estudios en un colegio privado episcopal a las afueras de Washington tras su mudanza con su madre a la Casa Blanca este verano. Hasta ahora, el niño de 11 años y Melania residen en la Torre Trump de Nueva York a la espera de que el joven finalice el curso.
La Casa Blanca ha tardado tiempo en completarse. Además de los numerosos puestos que faltan por ocupar, dos de sus tres residentes a tiempo completo no han llegado todavía. Días después de la victoria electoral de Trump, su equipo anunció que Melania y Barron esperarían a la conclusión del curso escolar del pequeño para trasladarse a Washington.
Barron comenzará el sexto curso de primaria en la escuela privada St. Andrew’s Episcopal School, situada en el acomodado barrio de Potomac (Maryland) a las afueras de la capital y cuyo coste anual es de 40.000 dólares. Es el primer hijo presidencial en optar por este colegio, que educa a cerca de 600 alumnos desde preescolar hasta el final de la educación secundaria.
En un comunicado, Melania destacó las cualidades del centro educativo y explicó la decisión. “Es conocido por tener una comunidad muy diversa de estudiantes y por su compromiso con la excelencia académica”, defendió la primera dama. “La misión de St. Andrew’s es conocer e inspirar a cada alumno en un ambiente de inclusión dedicado al aprendizaje y el servicio a la comunidad, cualidades que son atractivas para nuestra familia”, aseguró la mujer del presidente conocido por su fuerte retórica antiinmigrante, que sostiene la construcción de un muro en la frontera con México y la imposición de un veto migratorio a seis países de mayoría musulmana.
Conocido por sus enormes instalaciones, St. Andrew’s destaca tanto en lo académico como en lo extracurricular. Además de una biblioteca con 14.000 libros, estudios de artes visuales, un teatro, un gimnasio, dos campos de hierba artificial y un estudio de baile, el centro pertenece a un grupo de ocho colegios de élite que colabora con la Universidad de Harvard en proyectos de investigación.
Siguiendo los pasos de la mayoría de expresidentes, no es inusual que la familia presidencial haya elegido un colegio privado en vez de un público. Las hijas del expresidente Barack Obama estudiaron en Sidwell Friends, otro centro de élite. Como ellas, Chelsea Clinton, la hija del expresidente Bill y Hillary Clinton, y las hijas del republicano Richard Nixon, también acudieron a ese centro. Sólo el demócrata Jimmy Carter prefirió la educación pública.
Ochenta compañeros del colegio actual de Barron en Nueva York, el Columbia Grammar and Preparatory School, visitaron la Casa Blanca el miércoles pasado según la publicación Page Six. El joven, que ha expresado preocupación sobre si podrá invitar amigos a dormir cuando resida en Washington de manera permanente, viajó con su curso en autobuses desde Nueva York escoltados por el servicio secreto. “Tuvieron una comida y un tour de la Casa Blanca y conocieron al presidente y a Melania”, según afirmaron fuentes. Tras el día de excursión, los alumnos se hospedaron en un hotel y regresaron el jueves.
Fuente: El País